sábado, 3 de octubre de 2009

+ 03-10-09 + La hora decisiva

05:04 - Un grito en plena madrugada hizo que el corazón me diese un tremendo vuelco. Procedía del piso de abajo, de donde estaban los demás. He saltado de la cama y he bajado corriendo, medio drogado por estar medio dormido. Mientras salía por la puerta, podía oír a Belén, atrás mio, gritando asustada. La he dejado atrás y en seguida me he presentado en el piso de abajo. María estaba histérica, en el balcón, junto a José. José miraba abajo, a la urbanización, con las manos en la cabeza y la cara desencajada. Manuel me interceptó a mitad de camino, lanzándome un rifle. Mientras me lo lanzaba, gritaba "¡Están dentro! ¡han conseguido entrar!". No me dejó asomarme al balcón, entre Raúl y él me sacaron a empujones al rellano. "¡Tenemos que asegurar la zona! ¡que no entren, que no entren!". No se quién decía eso, todo era confuso. El corazón me iba a cien por hora, parecía que se me iba a parar de un momento a otro por la presión. Cuando abríamos el cortafuegos para bajar abajo, Belén acababa de bajar. Estaba completamente asustada, preguntándonos que ocurría. Le dije que entrara en casa ¡rápido!. Ella obedeció. Cuando llegamos abajo, la escena era dantesca. Toda la horda, que hace unos días se amontonaba al otro lado de la valla, se encontraba ante la puerta del patio. Golpeaban el cristal, intentaban morder el cristal, soltaban espumarajos por la boca... No sabíamos que hacer, entonces algo me perturbo más todavía. Delante de la horda, se encontraba una cara familiar, pero que no podía ser esa persona, ¡no podía!. Alicia estaba allí, con sus ropas llenas de tierra y los ojos en blanco. Tenía el rostro amarillento y arañaba el cristal. No pude fijarme en más, de un golpe atravesaron el cristal. Ya no podíamos hacer nada, estábamos perdidos. Sin pensar, comencé a disparar el rifle. Las balas atravesaban a la horda, desmembrando a esa escoria, pero de nada servía. Habían muchísimos, no podíamos controlarlos. Sin que pudiera hacer nada, se abalanzaron sobre Manuel y Eduardo. Los tiraron al suelo y se abalanzaron encima de ellos. No podía verlos, solo oía sus gritos y la sangre, que saltaba alrededor de la horda. Raúl me gritó: "¡Subamos! ¡Nos mataran si no lo hacemos!". Corrí hacía arriba, pensando que Raúl me seguía, pero él se encontraba intentando alejar a la horda con la culata de su escopeta. Comencé a disparar para rechazarlos y que Raúl escapase, pero un amasijo de manos hicieron presa de él y lo introdujeron en el mogollón. Solo podía oír sus gritos mientras corría pisos arriba. Ellos me seguían. Podía oír sus gritos, sus pasos... ¡hasta podía olerlos!. Cuando llegue a la puerta del cortafuegos, se encontraba María empuñando la pistola. "¡¿Y los demás?! ¡¿Donde están?!". Sin aliento, solo le pude decir que entrara rápido, mientras yo habría la puerta del cortafuegos. No le dio tiempo. Mientras me miraba asustada, la horda la intercepto por la espalda. Conseguí cerrar la puerta de nuestro rellano antes de que una de esas cosas, más rápida, intentara entrar.
Entré rapidamente a la casa. Busque a los demás. Se podía oír a la horda agolparse en la puerta de la casa. ¡La iban a echar abajo si seguían empujando! Al final encontré a los demás... En el suelo yacían Esther y José. Se habían pegado un tiro en la cabeza, se habían suicidado... ¡Dios! Busqué rápidamente a Belén. Estaba en el balcón, de espaldas a mi. La llamé y se giró. Ella me miro, con el rostro lleno de lágrimas y me dijo: "Lo siento, Erik". ¡Seguidamente saltó al vacío!. Intente cogerla, pero solo la pude ver caer. En ese momento, la horda tiró la puerta abajo, entrando y dirigiéndose hacia mi... y he despertado dando un grito descomunal. Es la pesadilla más realista que he tenido en toda mi vida, os lo aseguro. Belén se ha asustado por mi grito y en seguida me ha preguntado que ocurría. Los demás han subido rápidamente, totalmente asustados.

Todavía me tiembla todo el cuerpo cada vez que me acuerdo... ¡Que horror!. No creo que pueda seguir durmiendo después de esto. Tampoco puedo seguir escribiendo, me están temblando las manos una barbaridad. Disculparme.

- Erik -


07:13 - Estoy mejor, pero sigo sin poder dormir. Me he tranquilizado bastante, ya que Belén no me ha dejado un solo segundo. Ha estado todo el rato abrazándome y besándome, que solo ha sido un sueño, etc. Nunca he sido muy supersticioso, pero, ¿y si esto es un mal presagio? ¿ deberíamos abortar la incursión por un simple sueño?. Mejor no lo intento o me tomaran por un idiota. Como si los oyera, me dirán: "Solo ha sido un sueño, ya eres mayorcito para creer en supersticiones". Cada vez que recuerdo ese sueño, como devoraban a Manuel y a Eduardo, como Raúl luchaba inútilmente por su supervivencia... la cara de pánico de María momentos antes de que la derribaran a mordiscos, los cadáveres de José y Esther encima de un charco de sangre... y lo peor de todo, como Belén se lanzaba al vacío sin que yo pudiese hacer nada. Que angustia me invade por momentos. No puedo contener que se me caigan las lágrimas... mierda, Belén esta despierta. No quiero que me vea así. Voy al cuarto de baño, necesito tomarme un tranquilizante...

- Erik -


10:21 - Acabo de despertarme hace unos minutos. Belén llevaba un buen rato zarandeándome y diciendo "¡Erik! ¡Erik!". Ese tranquilizante me ha dejado KO. No pensaba que fuera tan potente. Es hora de preparar todo. Estos ya están manos a la obra, cargando el jeep y mi coche. Sobre las 11:15 o 11:30 partimos.

No hemos tenido suerte, el día no se a presentado lluvioso.

Que sea lo que dios quiera.

- Erik -


12:02 - Llevamos la mitad de camino. Acabamos de realizar la quinta parada para apartar del camino otro coche abandonado. Parece que los dueños de este coche lo abandonaron para seguir a pie, ya que los anteriores, cuando hemos bajado para apartarlos, sus antiguos "dueños" han bajado del vehículo para darnos la "bienvenida". No es fácil ver a toda una familia reanimada, intentando sacarte las tripas, y mucho menos lo es encajarle una bala en la cabeza a "niños".

Al final, nos hemos repartido en los vehículos de la siguiente forma: Eduardo conduce mi coche y con el van María y Belén. En el jeep, conduce Manuel y de copiloto, Raúl. Yo estoy en la parte trasera, al mando de la ametralladora.
Las chicas se encuentran vigilando en este mismo instante.

Parece que el coche esta encallado en la tierra, a consecuencia de las lluvias de días anteriores. No pueden moverlo, así que voy a ayudar. Por los campos se divisa algún que otro merodeador, dirigiéndose hacia nuestra posición. Tenemos que ser rápidos o los tendremos encima en pocos minutos.

- Erik -


12:09 - Ya hemos despejado el camino, continuamos la marcha.

- Erik -


12:22 - Nueva parada. Esta vez son dos coches los que bloquean el camino. Por suerte, no hay ningún merodeador a la vista. Ya divisamos desde aquí la zona de ocio. En breves estaremos allí.

- Erik -


12:37 - Ya estamos a apenas 150 metros. Nos hemos ubicado detrás de una pequeña loma y desde aquí, ocultos por el accidente geográfico, hemos observado con los prismáticos como esta la entrada principal del centro comercial. Hay, aproximadamente, 35-40 muertos andantes, merodeando sin rumbo. Más de los que esperábamos. La puerta del centro esta cerrada. Tenemos que buscar otra entrada alternativa, no sería prudente abrir fuego sobre ellos, atraeríamos la atención de más merodeadores que pueden encontrarse por la zona. Vamos a bordear la posición. Lo haremos a pie, así no se percataran de nuestra presencia.

- Erik -


13:42 - Acabamos de acceder al tejado. Para subir, hemos utilizado la cuerda. Manuel a trepado por una tubería, a duras penas, y una vez arriba, ha atado la cuerda, pudiendo así subir todos, uno a uno. Eduardo y Raúl están buscando ahora mismo un acceso al interior desde nuestra posición. Parece que tendremos que descolgarnos con la cuerda por el techo descubierto. Si bajamos por aquí, accederemos al corazón del centro comercial.

Hemos tenido que acceder al tejado porque las demás puertas están tan inaccesibles como la principal, completamente llenas de merodeadores. Hemos rodeado el edificio, ocultándonos tras los matorrales o los coches que hay por aquí. Parece ser que no se han percatado de nuestra presencia. Por el camino nos ha interceptado algún que otro merodeador, pero los ha eliminado Eduardo con la katana. Si podemos eliminarlos sin utilizar armas de fuego, mejor que mejor.

Ya han descolgado la cuerda y nos hemos asegurado que no hay infectados en el interior. Al menos, no los hay que estén a la vista. Vamos para adentro.

- Erik -


15:21 - Es casi imposible describiros la situación aquí dentro. ¡Aquí hay tantos como los hay afuera! Ha sido imposible no abrir fuego. Hemos tenido que disparar nada más hemos doblado la primera esquina. Hemos atravesado la zona principal corriendo, esquivando a los infectados que nos intentaban capturar y disparando a los que se interponían en el camino. Lo difícil a sido cuando corriendo, Belén a tropezado con un cadáver y a caído al suelo. A rodado por el suelo y, junto a ella, la mochila y el arma. He tenido que retroceder entre la multitud de infectados, abriéndome paso a culatazos y disparos. He podido llegar hasta Belén, ayudarla a levantarse y emprender la huida. Los demás nos han cubierto desde su posición, abriendo fuego, pero también tenían que rechazar a los que se les acercaban. Cuando hemos atravesado la sala, he notado como algo se ha enganchado en la mochila. Sin mirar atrás, he imaginando que era, así que he soltado la mochila y he salido corriendo. Cuando he llegado donde los demás y he mirado atrás, he visto a dos de esas cosas pelearse por la mochila, estirando de esta y mordiéndola. A dios gracias, esa mochila era una de las vacías que llevaba para los víveres. Si hubiese sido la otra, no podría estar escribiendo esto, ya que en esta llevo el pc. Seguidamente, hemos corrido por los pasillos y hemos llegado a la zona de compra.

Ahora nos encontramos ocultos tras unas estanterías, en la sección de deportes. Parece ser que en esta zona no hay tantos, pero si los de la zona principal nos han seguido, en poco tiempo estarán aquí.

Debemos continuar ahora que podemos, estamos cerca de la sección de alimentos.

- Erik -


16:12 - Acabamos de llenar las mochilas con latas y demás alimentos que puedan durarnos tiempo, sin olvidar otras cosas esenciales como el agua embotellada. Hemos llenado 4 mochilas. Las estanterías se encontraban intactas y, visto lo visto, entiendo porque no han saqueado el lugar.

Un momento, se oyen ruidos.

Mierda, mierda.. ya vienen ,. hay que salir d aqui como sea


18:42 - Hemos conseguido salir y ya nos encontramos en los vehículos, de vuelta a casa. Lo ocurrido allí dentro no tiene nombre y todavía no se como hemos podido salir airosos de la situación. Nada más terminar el anterior párrafo, he podido ver lo que ocurría. La horda del patio principal nos ha alcanzado. Ocultos detrás de las estanterías, hemos podido ver como accedían al supermercado. Iban tropezando con todo a su paso, buscándonos. Viendo que por donde estaban entrando era la única salida que conocíamos, instintivamente hemos empezado a correr en dirección contraria a ellos, en busca de otra salida alternativa. Mientras corríamos, Raúl, María y yo abríamos fuego contra la horda. De nada servía, eran demasiados, así que hemos seguido corriendo. En el otro lado, hemos encontrado una salida de emergencia. Habría sido mejor no abrirla. Hemos cometido una pura insensatez abriéndola sin pensar. Nada más abrir, una nueva horda nos a dado una comitiva de bienvenida. De nada a servido intentar cerrar de nuevo la puerta, las manos y piernas impedían que cerráramos la puerta, así que hemos desistido y comenzado a correr otra vez. Hemos saltado las cajas de pago mientras a nuestras espaldas entraba la nueva horda. Nos encontrábamos en una zona de tiendas de ropa y aquí también habían merodeadores por todas partes. Sin saber que hacer, entre un conglomerado de voces, todos han entrado en una tienda. Eso iba a ser una ratonera, nos iban a bloquear la salida si nos metíamos aquí, pero movidos por el pánico, nadie me escuchaba. Estaba entrando al comercio en contra de mi voluntad cuando Eduardo me ha cogido del brazo, frenandome en seco. Alarmado, lo he mirado y me ha señalado al fondo del pasillo. Allí se encontraba una nueva puerta de salida. ¡Me estaba diciendo que corriéramos hacía la puerta, cruzando un pasillo completamente infestado de merodeadores! En esos segundos y viendo que no reaccionaba, Eduardo a empezado a correr hacia la puerta, haciendo uso de la katana contra los merodeadores que le intentaban atrapar. Entonces, he oído como cerraban la puerta del comercio. Cuando he mirado, lo he comprendido. Manuel y Raúl la han cerrado porque habían dos merodeadores intentando entrar... ¡y tenía a 4 más a mi lado! No había otra opción, tenía que correr hacía la puerta. Mientras corría, recuerdo a Belén gritándome desde dentro del comercio y golpeando el cristal, viendo como yo me alejaba entre un tropel de muertos.

Sin pensar, he corrido y corrido, apartando a culatazos a los podridos que me intentaban frenar. Tenía el arma descargada, así que no podía hacer otra cosa. He cruzado el pasillo y cuando me encontraba a 6 metros de la puerta, podía ver como Eduardo intentaba abrir la puerta, pero esta estaba cerrada. Al otro lado del cristal, habían 2 merodeadores golpeando la puerta. No se que me ha conducido a esto, supervivencia tal vez, o simplemente desesperación, pero de un salto he atravesado el cristal. He aterrizado encima de los putos merodeadores y un mar de cristales ha caído sobre mi. Una vez en el suelo, he situado mi rifle en el cuello de los merodeadores, evitando así que me mordiesen. Eduardo me ha ayudado a eliminarlos y una vez en pie, hemos corrido en busca de los coches. "¡Tenemos que volver, tenemos que hacerlo!" le gritaba a Eduardo mientras corríamos por el parking, esquivando coches y merodeadores. Él no contestaba, solo corría. Hemos conseguido llegar hasta las coches y hemos subido al jeep, entonces es cuando Eduardo me ha dicho: "¿Quieres que volvamos? Pues allá vamos". Me he situado en la ametralladora mientras Eduardo pisaba a fondo. Era difícil para mi mantener el equilibrio con tanto volantazo brusco y por poco me caigo fuera del coche. Hemos llegado hasta la puerta por la cual hemos salido y una vez allí, ha pisado a fondo hasta el interior. Los indeseables del pasillo eran arrollados a nuestro paso. Muchos eran pisados por las ruedas. Mientras nos acercábamos, vimos a una tremenda horda agolparse ante el comercio donde estaban los demás. Ellos, desde dentro, aguantaban la puerta ante las embestidas de la horda. Sin pensármelo, he abierto fuego con la ametralladora hacia la horda. Movido por algo que desconozco, he mantenido apretado el gatillo, aguantando los embistes del retroceso del arma. Recuerdo como las balas segaban los cuerpos de los podridos, como volaban brazos y trozos de carne. He seguido disparando y cuando me he dado cuenta, podía oír los gritos de Eduardo diciendo "¡Ya esta, Erik, ya esta!". Seguía apretando el gatillo a pesar de que había masacrado a la horda y la recámara de la ametralladora estaba vacía. Esta solo hacia un ruido parecido a un "TAC-TAC-TAC". Los demás han salido del comercio rápidamente, dirigiéndose al jeep y yo he empezado a recargar el arma. Se acercaban más por el frente. Han empezado a subir todos al jeep y cuando lo ha hecho Belén, me ha abrazado y besado. Yo he seguido cargando el arma, estaba demasiado exaltado para prestar atención a cualquier otra cosa que no fuera recargar el arma. Como han podido, se han posicionado todos en el jeep, más amontonados que otra cosa, y hemos huido en dirección al otro coche. No ha hecho falta volver a abrir fuego.

Y aquí nos encontramos ahora, volviendo con los dos coches a nuestra urbanización. Belén esta a mi lado, no quiere separarse de mi. A faltado muy poco para no contarlo. Le debemos mucho a Eduardo, su decisión en el último momento nos a salvado la vida.

Ahora mismos estamos muy preocupados, ya que José ha intentado contactar con nosotros por walkie, y por el tono de voz, parece afectado por algo. La señal del walkie no llega bien, así que solo lo escuchamos entrecortadamente.

Espero que todo vaya bien por allí. En cuanto lleguemos, os intento comentar que ocurre.

- Erik -




5 comentarios:

J-Zombie dijo...

Muy buena la entrada,al principio(hasta la parte de Belen),pense que o bien se te habia ido la pinza y te habia dado por cargarte a la mayoria de personajes para poner a nuevos.(Aunque lo de Alicia ahi no cuadraba. y luego lo otro esque era un sueño.
Muy buena la accion en esta entrada,yo esta tarde acabo el capitulo 44,que pronto se pone en marcha la trama de la tercera parte.
Pero para colgar la tercera parte aun falta,empiezo el 25 de noviembre,pero ya la tengo escrita para adelantar.
Pues eso,muy buena entrada,con la forma de acabar,creo que algo del sueño se ha echo realidad.

Fer dijo...

Buenísima... Estoy con juanmanuel en que me sorprendió el principio pero me tranquilicé al ver que era una pesadilla. Muy buena la acción, el nerviosismo y el ambiente asfixiante. Espero que no se encuentren con que el sueño de Erik se ha hecho realidad, espero que no. Muy bueno ese toque Dawn of the dead (Amanecer de los Muertos), una peli que me encanta. Te doy la enhorabuena otra vez por la entrada y te animo a seguir. Aquí tienes un seguidor.

Miembro de la resistencia dijo...

Esa era la intención, haceros pensar que se me ha ido la pinza y rabiéis un rato :D Como bien dices,lo de Alicia no cuadraba. Eso era una pequeña pista para que descubrieseis antes de tiempo que no era real, sino una pesadilla.

Un saludo.

Miembro de la resistencia dijo...

Gracias Fer! Me encanta haberos "acojonado" con el principio de la historia, ¡esa era la intención! jaja

Un saludo desde el bunker!

irakolvenik dijo...

La verdad es que yo también pensé lo mismo, que te había dado por dar un giro radical al argumento, incluso me he explicado lo de Alicia como que se suicidó porque descubrió que estaba infectada y nadie lo supo... Pero bueno, me alegro de que fuera una pesadilla después de todo. Me ha gustado la dosis de acción en esta entrada, sobre todo la última parte, arrollando zombies con el jeep :P

Un saludo desde el bunker de Plaguelanders!