sábado, 15 de agosto de 2009

+ 15-08-09 + Situación inesperada

3.12 - Ya estamos de vuelta. Lo ocurrido merece una mención especial. Debimos suponer que podía haber ocurrido algo como esto. Hemos sido muy imprudentes, sobretodo por subir sin armas de fuego. Os cuento...

Hemos subido Raúl y yo por las escaleras de incendio. El camino estaba despejado, como era de esperar. Hemos abierto la puerta del cortafuegos y entrado al rellano. Ahí hemos cometido nuestro primer error. Confiados plenamente, hemos entrado y encendido la luz. Lo primero que hemos visto ha sido la puerta de la casa abierta. Con mucha precaución me he adelantado y he preguntado si había alguién. La casa estaba destrozada. La televisión estaba hecha añicos en el suelo, la mesa volcada, el cristal del balcón hecho trizas...
He seguido caminando hasta que Raúl ha pegado un grito y ha salido corriendo hacia dentro de la casa. Ha pasado por mi lado como un rayo. En ese momento el corazón se me a acelerado y un escalofrío me ha recorrido el cuerpo. Me he girado esperándome lo peor y no me equivocaba.
Cuando hemos entrado al rellano con la luz a oscuras, hemos pasado por alto a dos merodeadores que estaba en el rincón contrario de la puerta. En el suelo estaba el cadáver de una mujer totalmente desmembrado. Esas cosas se estaban alimentando cuando hemos entrado. Raúl corrió hacia dentro de la casa y estaba yo solo ante esas cosas.

Se acercaban a mi con bastante rapidez. Estos no andaban tan lento como la mayoría, quizás llevaban pocas horas transformados. Una de esas cosas era un niño y el otro un hombre de unos 30 años aproximadamente. Si no recuerdo mal, juraría haberlos visto en el ascensor en alguna ocasión antes de que ocurriera todo este caos. Era una familia y supongo que el cadáver del rellano era la madre del niño.

Ande para atrás mientras se acercaban mientras llamaba a gritos a Raúl. Estas cosas se me acercaban rápidamente y no sabía que hacer. Les tiraba todo lo que encontraba a mi paso pero no los frenaba. Mi último recurso era salir al balcón y así lo hice. Estaba arrinconado, ya no tenía donde ir. Cuando ya los tenía encima, ocurrió lo que no esperaba. Apareció Raúl por detrás de esas cosas con una silla en la mano. Le pegó con la silla en la cabeza al más grande. Este se desplomó como un saco. En ese instante, el más pequeño se giró y dirigió la mirada a Raúl. No se como, quizás fue por instinto o no se porque, pero aproveche la situación y agarré al "niño" y lo tiré al vacio por la terraza. Vi caer a esa cosa hasta que chocó contra el suelo. Sin tiempo que perder, cogimos al otro que estaba en el suelo e hicimos lo mismo, lo lanzamos por la terraza. Nunca he visto el fin tan de cerca... Es una situación que no se puede describir con palabras. Es una extraña sensación que te recorre el cuerpo, una mezcla de miedo y ansiedad. Quieres sobrevivir a toda costa, quieres escapar del peligro, pero no puedes hacer nada. A dios gracias que Raúl a aparecido en el último momento.



Una vez dentro de la casa, nos pusimos a buscar cosas que nos pudieran ser útiles. Encontramos algo de comida, tabaco y poco más. También hemos cogido un par de cuchillos de cocina de grandes dimensiones.

Necesito echar un pitillo, ahora mismo soy un manojo de nervios.

- Erik -


3:47 - Ya esta hablado, hoy vamos a intentar ver si nuestra finca es segura. Iremos rellano por rellano limpiando todo de posibles peligros. La casa de arriba nos puede servir como segundo refugio. Es cuestión de buscar las llaves. Esto sera el primer paso de asegurar la urbanización. María quiere participar en esto. A ninguno de los hombres nos ha parecido buena idea. No es cuestión de machismo, solo que no la vemos preparada para enfrentarse a esas cosas. No sabemos como puede reaccionar. Alicia se ha negado a venir de lo cual me alegro. En su estado sería una imprudencia. Se podría dar el caso de que sufriera un ataque delante de los merodeadores, entonces sería presa fácil. Bueno, vamos a intentar dormir, ya que hoy va a ser un día duro y necesitamos estar descansados. En unas horas os relato como van las cosas.

- Erik -


16:12 - La finca ya esta asegurada. Ha sido fácil y sin contratiempos. Para que sea más fácil, nos hemos dividido. Raúl y José han asegurado los pisos y rellanos inferiores al nuestro, mientras que María y yo hemos asegurado los superiores. Ellos han encontrado a dos merodeadores abajo del todo, en la entrada. Nosotros solo uno, en el rellano del piso 8. María a reaccionado mejor de lo que esperaba. Me ha sorprendido.

En más de una puerta hemos oído el típico aullar de los merodeadores. Por lo visto, hay varias casas llenas de esas cosas.

Una vez asegurada la finca, lo siguiente que nos queda es asegurar el recinto. Tampoco debe de ser muy difícil, ya que hasta ahora no hemos visto a ninguno por aquí dentro. En cualquier momento lo haremos. Hasta podíamos llegar a asegurar el garaje. Si vamos a estar aquí, tenemos que asegurar todas las áreas. Bueno, voy a comer algo.

- Erik -


17:02 - Con tanto que hacer, habíamos olvidado encender el walkie. No sabiamos hasta ahora que tal le ha ido a Eduardo con los merodeadores de su puerta. Hace un momento hemos encendido el walkie y hemos hablado con él. Nos ha contado que lo hizo sin problemas. Con un cuchillo atado al palo de la escoba les fue asestando uno a uno un golpe en la cabeza. Esas son sus noticias buenas, las malas es que ya se ha quedado sin víveres. Parece que ya no esta tan reacio a salir. Ya lo piensa como una opción.

Según nos ha comentado Eduardo, desde dentro del patio de su finca, hay un acceso a la farmacia. Esto sería más seguro que entrar por la entrada que hay en la calle. Dentro del patio estaríamos más resguardados de los merodeadores. Ya de paso podríamos recoger a Eduardo. No hay problema en que seamos uno más. Gastaremos más comida pero por otro lado tendríamos a uno más en el equipo el cual ayudaría también. Pero primero debemos averiguar como acceder hasta allí.

- Erik -


21:02 - Los merodeadores empiezan ser más. Ya hemos contado unos 84. Esto empieza a convertirse en un problemón y más si hay que salir a la calle.

- Erik -


22:17 - ¿Recodáis a la chica de 19 años con la que contactamos por el walkie? Hemos vuelto a hablar con ella. Dice que las cosas siguen igual de mal por allí. No hay actividad de personas normales, solo merodeadores. Tampoco consigue contactar con nadie mediante la radio, solo con nosotros. Dice que pueden seguir recluidos en casa, pero como es obvio, no eternamente, ya que los víveres se acaban. Le he dicho que aguanten lo máximo posible y que cuando se vayan a acabar las provisiones, se preocupen, que ahora es tontería preocuparse ya que no sabemos si mañana o al otro acabara todo esto.

- Erik -

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