miércoles, 18 de noviembre de 2009

+ 18-11-09 + 3 días y 4 noches: Rodeado

Prosigo con la historia de lo ocurrido:

El día 6 desperté deslumbrado por los primeros rayos de sol. Al estar a tanta altura, los primeras luces del alba me deslumbraban. Me levanté completamente acartonado por haber dormido sentado en una estancia tan pequeña y salí a la pasarela. Una vez allí, observe el horizonte. La panorámica de la ciudad era espectacular. Podía observar media Valencia desde las alturas. Desde aquí se veía hasta la famosa Ciudad de las artes y las ciencias. También observé la terminal donde me disponía a dirigir mi rumbo. Fije la vista, pero por más que busqué, no vi ningún tipo de actividad humana. Pasé unos minutos observando y me bajé a suelo firme. Una vez en tierra, vi a Thor que estaba husmeando por la zona. Le pusé un poco de agua y fui en busca de unos baños públicos. Cuando los encontré, realicé mis necesidades y me lavé la cara. No se porque, pero me quede absorto mirándome la cara en el espejo. Nunca me había fijado en los cambios que ha sufrido mi rostro. Mi rostro desaliñado esta completamente cubierto de barba. Mi pelo, el cual siempre he llevado rapado, al 1 para ser exactos, ahora lo tenía tan largo como hace años que no lo llevaba. Mis ojos están marcados por unas profundas ojeras. En ese rato que me estuve observando, me di asco a mi mismo. No os exagero.

Una vez acabé de amargarme mirando mi rostro en el espejo, salí y comencé a preparar las cosas para partir. Recargué las armas, hice recuento de alimentos, busqué cosas útiles por la zona y pegué un vistazo al mapa. Según observe en este, había un camino más corto que llevaba a mi destino. Este camino también sale de la rotonda y cruza por un largo puente. Siguiendo por este camino llegaría a la salida sur de las instalaciones portuarias y a la izquierda tendría la entrada trasera de la terminal de contenedores. Después de estudiar la ruta, decidí tomar este camino. Cogí mis cosas, con el rifle colgado a mi espalda y empuñando la pistola, caminé hacía la salida de las instalaciones. Mi sorpresa fue cuando entré al recinto por el cual accedí el día anterior y me lo encontré repleto de merodeadores. Estos habían roto los cristales de la puerta y se agolpaban ante el torno giratorio. ¡Como se las apañan para localizarme! ¡Acaso me huelen o qué! Conté al menos 8, todos ellos agolpados en el torno, pero el cual no habían conseguido cruzar. Rápidamente empuñe mi hacha y a través del torno comencé a darles embestidas. No fue fácil dejarlos K.O. pero lo conseguí. Pase a Thor por el torno y seguidamente lo crucé yo. Mi siguiente visión no fue nada esperanzadora. En el aparcamiento, caminando en mi dirección, habían decenas de merodeadores. Todos con su lenta danza, caminando con los brazos levantados y sus ojos vacíos fijados en mi. Lo bueno es que caminaban dispersados, no eran suficientes para formar una horda compacta.

No perdí tiempo pensando. Agarre bien el hacha con las dos manos, atravesé el hueco de la puerta y comencé a correr en dirección a la marea que se me acercaba. Cuando me acerque a los primeros dos, les arremetí con el hacha y cayeron desplomados. Seguí corriendo y pasé entre tres. Estos intentaron cogerme pero pude escabullirme. Thor iba corriendo a mi lado, sin parar. En mi camino apareció otro merodeador. Sin aminorar la marcha, di un salto y le propine una patada. Este quedó fuera de mi camino. Continué hasta que me interceptaron tres más. Frené en seco y por mi derecha apareció Thor, el cual se abalanzó sobre uno y lo tumbó. Acto seguido, partí por la mitad al primero de un certero hachazo. El hacha se quedo clavado y me era imposible desclavarlo. El otro merodeador ya lo tenía encima, así que saque la pistola del cinturón y abrí fuego contra él. Mientras más merodeadores se acercaban a mi espalda, conseguí descarnar el hacha y seguí corriendo. Me crucé con más indeseables, pero los esquive fácilmente. Sin parar de correr, llegué a la carretera. Esta estaba más repleta que nunca. Entre los coches, decenas y decenas de cuerpos desmembrados hacían aparición. De un bote me subí al coche más cercano y comencé a pasar de coche en coche. Los más cercanos se abalanzaban sobre el coche intentando capturarme, pero yo, más hábil los pateaba y pasaba a un nuevo coche. No se si sería el miedo, la presión de la situación o la constante descarga de adrenalina, pero me sentía que dominaba totalmente la situación. Efectuaba saltos de coche a coche que eran prácticamente imposibles de realizar, a los merodeadores más cercanos les destrozaba la cabeza a hachazos, apartaba a patadas a las manos que me intentaban atrapar... Realicé varios saltos hasta que en uno de ellos apoyé mal el pie y fui directo al suelo. Tuve suerte, ya que con el hacha en la mano podía haberme clavado el filo al caer, pero no fue así. Me levanté rápidamente y me vi rodeado por unos cuantos indeseables. Los conseguí rechazar a hachazos y me volví a encaramar a un nuevo coche y continué la marcha. Seguí la ruta sin variaciones: saltos, hachazos y disparos. Así llegué a la famosa rotonda, la cual me fue más fácil cruzar por el centro y tomé la carretera del puente. La zona del puente estaba más despejada, así que pude transitar más rápidamente. No se cuanto transité, pero cuando llegué a más de la mitad del puente, descubrí que el camino era intransitable. Me sequé el sudor de la frente con la camiseta y observe el panorama. En medio de la carretera yacía un inmenso camión volcado con una cuba. Alrededor de este, habían cantidad de coches empotrados. Uno de ellos había provocado un inmenso agujero en la cuba. Esta cuba tenía varias pegatinas de "material corrosivo". El suelo y los coches estaban recubiertos por una especie de capa oscura. Esto me llamo la atención. Seguí observando hasta que hicieron aparición varios merodeadores. De entre los coches se levantaron varios y por la ventanilla del coche empotrado, emergió otro. El aspecto de estos era diferente, era más grotesco. Estaban prácticamente desnudos y el cuerpo deformado. Sus caras estaban desfiguradas, apenas se les distinguía la boca o nariz y sus extremidades ya no eran tal, sino muñones uniformes. Su cuerpo estaba cubierto de quemaduras e inmensas bambollas. No tarde en comprender a que era debido. Cuando los coches chocaron con la cuba, de esta broto el liquido corrosivo que portaba y este abraso en vida a los desdichados. Ahora ahí seguían, reanimados y deformados. Visto lo visto y que la zona era infranqueable, comencé a retroceder mis pasos. Tenía que tomar la otra carretera, la cual era más larga.

Atrás dejé a los engendros, pero aún podía oír sus gemidos apagados. Retrocedí y encontré mi nueva ruta. Por más que miraba, no veía a Thor. Hacía rato que lo había perdido de vista. Seguí avanzando y mis problemas se multiplicaron, nunca mejor dicho. Por esta zona, la actividad era realmente alarmante. Se podía decir que habían un merodeador por metro cuadrado. A duras penas avancé y avancé, hasta que llegué a una zona que tenía que bajar al suelo obligatoriamente. En plena carretera había un vacío inmenso sin coches. El vehículo más próximo era un camión con un contenedor cargado, el cual estaba a 6 metros. Tras de este, a más de 8 metros del camión, habían nuevos vehículos. El problema de esto residía en que los merodeadores estaban por todas partes. Intente retroceder mis pasos, pero ya era imposible. A mis espaldas se agolpaban el doble. No tenía más remedio que seguir avanzando. Empuñe el rifle y empecé a disparar. Vacié un cargador y tuve que rellenarlo y volver a abrir fuego. Cuando vacié este cargador, hice uso de la pistola. Disparé hasta vaciar este cargador también. Con tanto disparo, pude abrir camino entre tanto merodeador, así que hacha en mano, salté al suelo y comencé a correr. A golpe de hacha elimine a los que me intentaban interceptar y conseguí llegar hasta el camión. Cuando llegué a este, descubrí que no podía continuar si no me habría paso nuevamente a disparos. Intente recargar el arma ahí mismo, pero en cuestión de segundos comenzaron a rodearme. Desesperado y sin saber que hacer, comencé a trepar por el camión. Intente entrar a la cabina, pero allí encerrado había otro merodeador, el cual se lanzó a la ventanilla nada más verme. Seguí trepando y conseguí encaramarme arriba del contenedor. Una vez aquí, comencé a recargar la pistola y el rifle. Una vez hecho esto, me puse de pie en el contenedor y me asomé dispuesto a eliminar al mayor número posible. Cuando vi lo que había ahí abajo, me quedé de piedra. Una inmensa horda ya se había agolpado alrededor del camión. Allí estaban todos, con los brazos estirados, aullando y mirándome. Fui a la parte trasera del contenedor y más de lo mismo. Por el horizonte se divisaban más merodeadores acudiendo a mi posición.

Me empecé a desesperar y abrí fuego contra la horda, pero era inútil, eran demasiados como para poder abrir paso. En esta posición me encontraba seguro, pero, ¿cuanto tiempo podía resistir ahí? ¿2 días? ¿4? Una prisión de la cual nunca podría salir, ya que la horda no se iba a ir de ahí hasta que me atrapara. Pasaron los minutos, pasaron las horas y yo seguía ahí, arriba del contenedor y sin saber que hacer. Empecé a chillar, a maldecirlos y me tumbé, llorando y golpeando con mis puños el contenedor. Por mi cabeza pasaba toda mi vida, todas mis vivencias. Sabía que el final de mi aventura había llegado. Por mi cabeza solo pasaba una cosa, y es que jamás volvería a ver a Belén. Recordaba su dulce cara, su tímida sonrisa, el suave roce se su piel, sus abrazos, sus labios, sus besos... sensaciones que ya nunca más volvería a experimentar. Y lo peor de todo es que ella nunca sabría hasta donde había llegado, ni si quiera lo sospecharía. Ella pensaría que morí en aquel infecto hospital y que todo acabo ese día.

El ocaso me pilló hecho un ovillo en el suelo del contenedor, llorando a lágrima viva y maldiciendo a todo, mientras la horda de ahí abajo no paraba de gemir y multiplicarse...

- Erik -





3 comentarios:

J-Zombie dijo...

muy buena entrada,en menudo embolao acabas de meter al pobre Erik.
Haria falta un milagro para que saliese de ahi,un helicoptero o algo.
saludos

Miembro de la resistencia dijo...

Bueno, ya sabemos que Erik ha salido de esa situación, ya que esta relatando lo acontecido desde un lugar que todavía se desconoce, pero ¿como ha salido? ¡Se admiten apuestas! jeje

Un saludo

J-Zombie dijo...

Mi apuesta es que Erik sale de ahi en helicoptero,acercarse por tierra es muy dificil,aunque sea con un tanque,salvarse por aire es lo mas obvio.
Luego me asalta la hipotesis de su paradero,si es rescatado por aire es posible que este en Reus o al menos de camino.
Quizas Belen y los otros ya esten alli y alguno de ellos haya mencionado a Erik.
Desde Reus llegan hasta Valencia para buscarlo,y mientras sobrevuelan la zona encuentran a Erik.es lo que creo y no es una idea descabeyada.
Ademas,lo de Reus no se quedara solo en mencion.
Al mencionarlo,dejaste claro que tarde o temprano la historia se trasladaria alli.
SALUDOS