sábado, 27 de febrero de 2010

+ 27-02-10 + Nuestro cautiverio

Hola a todos. Me presento. Soy Eduardo Álvarez Castillo, 38 años, trabajaba como conductor de autobús y ahora soy miembro de este grupo que lucha día a día por sobrevivir en un mundo muerto. Posiblemente sobra la presentación. A quién le importa a estas alturas como me llamo, a que me dedicaba o que edad tengo. Supongo que ya tendréis suficiente con intentar sobrevivir como para que os importe esto.
De siempre me ha llamado la atención el trabajo de Erik en este blog. Me resulta curioso que una persona, no bastante con cargar la cruz que presupone el luchar día tras día por su propia integridad física y la de sus compañeros, se preocupe de narrar las vivencias del grupo para que puedan servir de ejemplo a otras personas de cualquier parte del mundo. Me parece algo noble por su parte. Para quitarse el sombrero. Pero yo sería incapaz de hacerlo. Quizás sea algo egoísta al respecto y prefiera centrar todo mi esfuerzo físico y mental para el bien de mi grupo. Ojo, no estoy diciendo que todo esto sea una perdida de tiempo, solo que ahora mismo, todo esto no sirve para nada. Esa es mi humilde opinión. Vosotros, si leéis esto, no es para informaros de lo que ocurre en el exterior de vuestros cómodos refugios. Yo creo que lo hacéis para no sentiros solos. Para sentir que hay alguien al otro lado de la linea, alguien que sufre y esta en la misma situación que vosotros. Nada más. Por otra parte, creo que todas estas vivencias que recoge Erik en cada entrada, son solo útiles para que en un futuro, un futuro en el cual tengo la esperanza de que toda esta inmundicia desaparezca, quede constancia de lo que ocurrió. De como se vivió en primera linea el peor desastre conocido hasta la fecha por la humanidad. Y digo hasta la fecha, porque estoy seguro de que si el mundo se recupera de esto, nuevos y peores desastres acontecerán a la humanidad, todo porque el ser humano no aprende ni tropezando mil veces. Quién sabe, quizás este diario sea lectura obligatoria en una aburrida aula de colegio, donde una horda de quinceañeros coja el libro y diga "¡Bah! ¡Que me importara a mi lo que les pasara a esos!". Sinceramente, ojala fuera así. Que a las nuevas generaciones no les importara lo más mínimo nuestra historia. ¿Sabéis porque digo que ojala fuera así? Porque si esto sucediera, querría decir que existiría un futuro. Un futuro en el que todo esto habría quedado atrás, siendo solo una aburrida y antigua anécdota del pasado. Algo que ocurrió tiempo atrás y que ya de nada sirve recordar sino es con fines educativos. Una etapa de sufrimiento como lo fue la primera y segunda guerra mundial. Épocas en las que el dolor y el sufrimiento llegó a cumbres impensables, donde se destrozaron las vidas de millones y millones de familias, pero de lo cual el mundo consiguió recuperarse y levantar cabeza.

No os voy a seguir aburriendo con mis tribulaciones mentales, ya que vosotros queréis conocer lo que aconteció durante nuestra etapa de cautiverio, así que no voy a seguir dando rodeos. A parte, os aseguro que utilizar el teclado con dos dedos menos es un poco difícil. Al menos, hasta que consiga acostumbrarme a la vida de tullido. je, je.
Por lo que he podido leer en entradas anteriores, algunos de mis compañeros os han relatado como transcurrieron los acontecimientos. Desde que ese grupo nos dio caza hasta que nos sacaron de allí. Pero lo que nos ocurrió a nosotros durante esos dos días de cautiverio solo lo conocemos Erik y yo. Ahora se el sufrimiento por el que paso Belén, Ana, María y Fede en manos de ese grupo de mezquinos. Como ya conocéis, nos cazaron por sorpresa cuando estábamos Erik, Fede y yo en el bus. No tuvimos tiempo para reaccionar, varias motos y un jeep aparecieron de la nada y en seguida nos vimos encañonados por los individuos que iban en los vehículos. Fede fue rápido y pudo escapar, ya que el estaba un poco más apartado de nosotros. No se si decir si hizo bien o hizo mal. Esta claro que hizo lo más adecuado, ya que le salió bien la huida, pero se jugó la vida haciendo esto. Me alegro por él que no lo hicieran preso. Me alegro mucho que no padeciera lo que padecimos nosotros.
En un abrir y cerrar de ojos, nos vimos en la parte trasera del jeep, atados y amordazados, custodiados por un mastodonte que parecía un armario empotrado. Este simpático personaje se entretuvo durante todo el viaje dándonos puntapiés. Una extraña forma de diversión, sí, pero que se puede esperar de una persona que es miembro de un grupo de sádicos. No tardamos nada en llegar al campamento que habían improvisado en mitad de la autopista. Allí, junto a varios hombres, estaba ese tal Vladimir. Nunca he sido una persona muy fisonomista y siempre me ha costado reconocer una cara, pero con él me basto mirarlo a los ojos para reconocerlo. Esa mirada penetrante no se olvida tan fácilmente. Esos ojos azules inmersos en esas cuencas hundidas, ese rostro largo y demacrado, esa sonrisa maquiavelica... un rostro que no se olvida tan fácilmente. Cuando nos bajaron del jeep de forma poco delicada, el protestó. Ese comportamiento me desconcertó. ¿Un sádico como él protestando porque nos tratan de forma brusca? No podía ser. Con las horas comprendí que su extraña cortesía formaba parte de su carácter irónico y si en algún momento no quería que nos hicieran daño era porque quería infringirnoslo él. Algo de lo que también me percaté fue en su obsesión por Erik. Para él, era como si yo no existiera. Era como si el único secuestrado fuese Erik y yo un simple pegote a ignorar. Lo miraba de forma extraña, como si él fuese un trofeo que llevaba mucho tiempo buscando. Recuerdo que se le acerco y comenzó hablarle. Yo no escuche nada, ya que estaba bastante ocupado buscando como salir de esa situación, buscando puntos débiles en su organización. Era prácticamente imposible por el momento, nos rodeaban hombres y más hombres, todos armados hasta los dientes y nosotros ahí, inmovilizados por las ataduras, en el centro de todos. Sí pude escuchar algo que le dijo Vladimir a Erik. Era algo como "...¿Tú zorrita bien? Tranquilo, pronto estará aquí con nosotros y se unirá a la fiesta. En la última ocasión lo pasamos muy bien, ¿no te lo ha contado? Es una máquina en la cama...". Lo demás que dijo fue una serie de obscenidades que dijo haberle hecho durante el cautiverio que solo consiguieron que Erik se revolviera intentando aflojar sus ataduras. Por respeto a Erik y a Belén no mencionare lo que dijo Vladimir.

Cuando terminó su aburrido discursito, nos arrastraron dirección al trailer. Al pasar cerca de este, vi en la parte delantera el cadáver reanimado de Juan. Lo tenían atado y este se revolvía gimiendo. Lo llevaban ahí como si fuese un adorno. Nos arrastraron hasta la parte trasera del trailer, abrieron las compuertas de este y nos metieron allí dentro, entre cajas y garrafas de combustible. Luego cerraron las puertas y nos dejaron allí inmovilizados, en plena oscuridad. No se cuanto estuvimos allí metidos. Calculo que unas 7 u 8 horas. 7 u 8 horas en las que luchamos por soltar nuestras ligaduras, pero fue algo imposible, estaban atadas a conciencia, de tal forma que apenas podíamos mover las manos y los pies. Cuando desistimos, Erik y yo comenzamos a hablar, a contarnos nuestras penas. El me contó cosas, sueños que ya daba por perdidos, ya que él ya asumía que nos iban a ejecutar en poco tiempo. Yo también pensaba eso, solo que no lo expresaba. Hacerlo habría significado derrumbar más aun el espíritu luchador de Erik. Me contó los proyectos que tenía con Belén, la esperanza de crear una nueva vida en Reus, el poder vivir en una comunidad segura lejos de los merodeadores. Durante las horas que permaneció hablando, recreaba todo lo que decía en mi mente. Y creerme, me llene de esperanza e ilusión, con ganas querer ver un nuevo amanecer. Algo absurdo, ya que eran momentos de abandonar toda esperanza y resignarse a morir. Pero no, oírlo narrar todo eso me contagio con sus ganas de seguir adelante. Nuestra conversación fue interrumpida cuando abrieron las puertas y nos enfocaron con una linterna. Cuando nos sacaron de allí a estirones pensé que ya nos iban a matar, pero no, tenían otros planes para nosotros. Y no se cual de las dos opciones era peor. Era de noche y nos llevaron al centro del campamento, donde estaba todo el grupo bebiendo y riendo. Cuando nos tiraron al lado de una hoguera que había allí encendida, comenzaron a patearnos en masa. Solo se detuvieron cuando Vladimir lo ordenó. Fue ahí cuando el grupo se apartó de nosotros y vi a este junto a un jeep, que tenía el capó levantado. Vladimir sostenía en sus manos dos pinzas de batería, que estaban conectadas al vehículo. Cuando me di cuenta, ya habían cogido a Erik y lo estaban acercando. Les grité, pero me callaron a patadas. Lo siguiente no me es agradable contarlo. Sentaron a Erik en una silla, le quitaron la camiseta y comenzaron a darle descargas eléctricas con las pinzas. Me dolía tanto como a Erik lo que le estaban haciendo. Verlo gritar de dolor y revolverse hacía que yo sufriera tanto como él. Así siguieron durante un rato, hasta que se cansaron. Pensaba que el siguiente sería yo, pero no fue así. El objetivo principal era Erik. Con un hierro al rojo vivo, calentado en la hoguera, Vladimir continuó su sádico juego. La gente vitoreaba y reía cada vez que quemaban su piel. Podía ver el sufrimiento en los ojos de Erik. En varias ocasiones perdió el conocimiento, pero lo reanimaban con pozales de agua. No conozco cuanto dolor puede soportar el cuerpo humano, pero él suyo estaba al limite. No tuvieron suficiente con todo esto. Colgaron en un árbol dos cuerdas con dos garfios. Estos garfios se los introducieron en la carne, en el pecho para ser exactos, y lo dejaron allí suspendido, mientras que con unos palos lo golpeaban, como si de una piñata se tratase. Después de esto y con Erik inconsciente, todavía suspendido en el aire, llego mi turno. Me sumergieron la cabeza en un gran barreño de agua, creándome un ahogo "controlado". Cada vez que me sumergían la cabeza allí, era un calvario. Me sacaban unos pocos segundos para que tomara el oxigeno suficiente y me volvían a sumergir hasta que me quedaba sin aire. Cuando se cansaron de esto, comenzaron a hacerme cortes por todo el cuerpo. El dolor era insoportable, sobretodo cuando, entre risas, me echaban whisky de las botellas por las heridas abiertas. Disfrutaban con esto, con nuestro sufrimiento. Vladimir parecía estar en un estado de trance mientras ejercía las torturas. Ni los gritos de dolor, ni las suplicas, nada hacía cambiar ni un ápice su rostro, su rostro seguía impasible sin mostrar el más mínimo de compasión.
Temí lo peor cuando vi a cuatro hombres llevando con ellos a cuatro merodeadores atados con correas, los cuales los habían sacado de una jaula que llevaban llena de merodeadores. Los azuzaban como si fueran perros de presa y me los estaban acercando a mi posición. Todos se apartaron al ver a esto y alguien me lanzó un palo para que pudiera defenderme. No creo que esto lo realizaran por pena, sino porque el juego sería más divertido si duraba más. Me rodearon los cuatro individuos con los respectivos merodeadores, los cuales estiraban los brazos para atraparme. Como pude, aparte al primero de un palazo en las costillas. A otro le propine un golpe en la cabeza, la cual se le hundió como mantequilla y cayó al suelo sin volver a levantarse. Otro merodeador me sorprendió por la espalda, cogiéndome del hombro, pero pude escapar y golpearlo. La gente gritaba y vitoreaba. Hasta vi como algunos apostaban tabaco y bebida. Al final, me pude hacer con los merodeadores y los dejé fuera de combate. Tal como esperaba, no me iban a felicitar por ello, al contrario, me quitaron el palo y me comenzaron a golpear con las culatas de sus rifles, hasta que perdí el conocimiento. Cuando desperté, estaba en el interior del trailer, rodeado de oscuridad. Llamé a Erik mientras intentaba moverme. Una lastimera voz me contesto, era Erik. Mi única preocupación era que no siguiera con vida y al oírlo, me tranquilicé. Desde ese momento, comencé una nueva lucha por librarme de mis ataduras. Lucha que duró horas y que al final, dio sus frutos. Conseguí aflojarlas. Necesite un par de horas más para desatarme completamente. Después, desate mis pies y busque a Erik en la oscuridad. Cuando lo encontré, lo liberé a él también. Pero él estaba tan sumamente magullado, que apenas podía moverse. Había que escapar de allí como fuera, pero con Erik en esas condiciones era prácticamente imposible. En la oscuridad comencé a buscar la puerta del trailer. Mientras tanteaba en la oscuridad, toqué una rueda. Seguí palpando y toque un manillar. Era un quad y tenía las llaves puestas. Esto nos podía servir para escapar, pero ahora necesitábamos abrir las compuertas. Nosotros no podíamos hacerlo desde dentro, así que nos tenían que abrir ellos. Subí a Erik al quad, monté yo y pedí al altísimo que esto saliese bien. Sin saber si el vehículo tenía combustible o no, decidí jugarme el todo por el todo. Comencé a gritar como un poseso, mientras Erik estaba sentado tras de mi, moribundo. Grité como nunca lo había hecho, pedí auxilio con tal de llamar la atención de nuestros verdugos y que nos abrieran. Así sucedió. Atraídos por los gritos, comenzaron a abrir las puertas y cuando ya la tenía prácticamente abierta, giré la llave y el vehículo arrancó. Cuando la puerta estaba abierta casi del todo, aceleré y salimos de allí. El trasto ese salió volando del trailer al exterior y nos llevamos por delante a uno de los que estaban abriendo. Cuando aterrizamos en tierra firme comenzamos la huida mientras nos disparaban.

Nos alejamos de la zona tan rápido como nos permitió el trasto con ruedas. No se cuanto trayecto habíamos recorrido cuando comenzaron a perseguirnos con las motocicletas. Al menos 8 de estos vehículos con dos personas en cada una nos perseguían, pero no nos disparaban. Parece ser que nos querían con vida. En la huida pude derribar una moto de un choque lateral, pero fue la única, porque de repente me cayó encima una cuerda que me aprisiono todo el cuerpo y nos hizo caer al suelo a Erik y a mi. El golpe fue brutal y el quad continuó solo a toda velocidad. Nuestras esperanzas de recuperar la libertad se habían desvanecido en cuestión de segundos. Nos ataron de nuevo, esta vez más fuerte y con más nudos, nos cargaron en las motos y nos llevaron de vuelta al campamento. El primero que nos recibió allí fue Vladimir. En su cara se dibujo una expresión de alivio al vernos de vuelta. Nos sentaron en el suelo y Vladimir comenzó uno de sus discursitos habituales, que vino a ser algo como: "¿A donde pensabais iros? Con lo bien que os estamos tratando. Que falta de educación... iros sin permiso. No me esperaba eso de vosotros. Ahora que pronto estaremos todos en familia, ¿verdad, Erik? Creo que os voy a contar lo que tenemos planeado para vosotros y para vuestros amiguitos. Os explico. Vosotros no vais a ver muchos amaneceres más. Vais a ver los suficientes para conseguir que vuestros compañeros piensen que os vamos a intercambiar por Iván. Tu novia accederá a esto sin duda alguna y convencerá a los demás, Erik. Ella creerá que decimos la verdad, querrá creerlo, porque sus ganas de tenerte de vuelta la obligaran a creer cualquier falsa esperanza que le demos. Cuando accedan y procedamos al intercambio, no habrá dicho intercambio. Ellos entregaran a Iván y vosotros os quedaréis aquí. Acto seguido, mataremos al que intente algo raro, pero no te preocupes, tu chica sobrevivirá. Cuando los tengamos, lo siguiente sera hacerte sufrir más aun. Nos la follaremos delante tuya. La torturaremos ante ti y tu no podrás hacer nada, solo mirar. Cuando hayas sufrido bastante y pagado todo lo que nos hiciste, haremos lo siguiente. Te mataremos a ti y a tu amigo, pero no lo haremos de forma convencional, lo haremos de forma para que te reanimes. Esto se consigue dejando intacto el cerebro, por si no lo sabíais. Una vez reanimados, seréis mi mascota, como él (señalo a Juan que estaba atado en el trailer). Cada vez que os mire y os vea podridos, gimiendo como otro andante cualquiera, recordare que yo os maté. Que conseguí lo que quería. Que en este mundo, nada se me puede interponer en mi camino, este vivo o muerto. Os tendré como un trofeo, como un cazador conserva la cabeza de su pieza cazada. A tu chica la mantendremos con vida. Nos servirá para desahogarnos y me dará un vástago. Alguien que continuará mi legado. Cuando lo haya hecho, se la entregaré a mis chicos para que hagan con ella lo que quieran. Eso es lo que ocurrirá. Deberíais descansar, tenéis mal aspecto y mañana será un día largo. Vamos a visitar a vuestros amigos para decirle nuestras intenciones de "negociar". Hasta mañana, chavales" Cuando termino, se dispuso a irse, pero a mitad camino se detuvo y se giró, diciéndome "Eduardo, ¿ese es tu nombre? Olvidaba una cosa. Hay alguien que quiere hablar contigo..." A su lado apareció un chico muy joven, de unos 16 años. Este sonreía al mirarme y yo no tenía ni idea de porque. Mientras el cogía carrerilla y corría hacía mi, dándome una patada en la cara, a mi mente vino el motivo de que lo conocía. Este era el niño que azote con mi espada durante el asalto al Palacio de la Artes y las Ciencias Reina Sofia, refugio del Skull Korps. Mientras el crío, con sádica sonrisa me golpeaba y golpeaba en el suelo, en mi cabeza pensaba como un niño como él había acabado en un grupo así. Sentía pena por él en vez de odio. El dolor de cada patada y puñetazo era menor que la pena que sentía por ese joven. Me golpeó hasta que se cansó y cuando termino, nos llevaron de nuevo a nuestra prisión, la parte trasera del trailer. A partir de este momento, mis recuerdos están a trozos, a retazos. Se que cuando me metieron ahí dentro me quede dormido. Cuando me desperté, el trailer se movía. Después recuerdo que estábamos cerca de nuestro autobús mientras Vladimir hablaba por megáfono. Acto seguido, me cortaron los dos dedos de la mano izquierda y perdí el conocimiento. Lo siguiente fue más de lo mismo, otra noche de tortura. Torturas peores que las del día anterior, sobretodo para Erik. Esa noche ya no tenía fuerzas para intentar una nueva fuga. Me había resignado a morir.

Cuando llego el nuevo día, nos sacaron a golpes del trailer y así permanecieron durante todo el día, hasta que llegó la hora del intercambio. Cuando se iba a realizar el intercambio, a Erik y a mi nos subieron en lo alto de la jaula de los merodeadores, la cual tenía arriba una portezuela abierta por la cual nos amenazaban con tirarnos dentro. Tras de nosotros había un individuo encargado de hacer esto si nuestros compañeros no accedían a entregar a Iván. Mientras estábamos arriba de la jaula, yo miraba a su interior y observaba a todos los merodeadores de allí dentro. Los miraba uno a uno, viendo sus podridas caras, sus manos despellejadas y brazos estirados intentando cogernos, sus amarillentos y astillados dientes... Los seguí mirando hasta que allí vi algo que hizo que mi corazón se desbocara. Esa mujer que allí había, esa mujer que gemía con los brazos estirados, yo la conocía. Pero no podía ser ella. Recé porque no fuera, suplique a dios que por favor estuviese equivocado, que no fuera ella... Si era ella, esa visión me atormentaría cada noche de mi vida repitiéndose en mi mente sin cesar. Mis miedos se confirmaron cuando vi su mano. En su dedo anular estaba ese anillo, el mismo anillo que lucía en mi mano también. Ese cadáver reanimado era mi mujer, la cual no volví a ver desde que todo esto estalló. Las lágrimas se deslizaron por mi rostro mientras no podía dejar de mirarla. Llamé a Erik, que estaba a mi lado y se lo dije. Le dije que ahí estaba mi mujer. Él solo me pudo contestar con un leve balbuceo. Mientras la miraba, la llamaba por su nombre, le decía cariño, que la había echado de menos todo este tiempo... era como si esperase que ella me contestará. Todavía no me puedo creer que ella estuviera ahí. ¿De donde la capturaron? Es algo que todavía no entiendo. Si ella esta muerta... mi hija... mi pequeña...

No se que me pasó por la cabeza durante esos instantes. Comencé a inclinarme hacía la portezuela de la jaula, hasta tal punto que las manos de los infectados tocaban mi cara. Yo seguía mirando a mi esposa mientras ella extendía los brazos y tocaba mi cara. Cuando estaba a punto de dejarme caer adentro de la jaula, una explosión nos hizo saltar por los aires y volar varios metros. Lo que sucedió a continuación ya lo conocéis.
No se que me ocurrió para hacer eso. No se porque estuve a punto de dejarme caer al interior de la jaula. Si la explosión no hubiera tenido lugar y yo me hubiera dejado caer al interior de la jaula, me habrían devorado. No puedo decir que haya superado la perdida de mi hija y mi esposa, pero si que había aprendido a vivir con esa perdida. Y verla allí... trastocó mi mundo. Me siento que no soy el mismo de que vi a mi amor allí adentro. Estos meses que he pasado sin saber que ella estaba muerta, podía soportar esta carga mejor. Tenía una ligera esperanza de que ella y nuestra pequeña estuvieran en un lugar seguro, sanas y salvas. Pero ahora... ahora se que no. De nada sirve lamentarme y derramar más lágrimas. Esto no va a hacer que vuelvan a mi lado. Debo de asumir los hechos y mirar hacía delante. No hay más.

Erik esta bastante mal. Desde que nos liberaron a estado tumbado. Apenas puede moverse y articular palabras. Pasa la mayor tiempo del día durmiendo. Las torturas que le infringieron fueron brutales. Belén lo ama con locura. No se separa ni un segundo de su lado. Envidio a Erik. Tiene a su amor a su lado. Es un chico afortunado. Yo daría lo que fuera porque mi esposa y mi hija estuvieran a mi lado también. Daría hasta todos los dedos que me quedan si eso fuera a servir para que ellas estuvieran aquí.

Erik va a estar un largo tiempo sin escribir. Por lo menos, hasta que se recupere. Ser pacientes.

Ha sido un placer escribir para vosotros.

Un afectuoso saludo y cuidaros lo mejor que podáis.


Eduardo Álvarez Castillo


miércoles, 24 de febrero de 2010

+ 24-02-10 + El intercambio

09:15 - Pobre Erik y pobre Eduardo y pobre de todos nosotros. Espero que con el intercambio las cosas salgan bien y nos dejen en paz de una vez por todas. Hemos visto morir a mucha gente y hemos sufrido mucho así que nos merecemos vivir en paz. Nuestra intención es llegar a Reus y olvidar todo lo ocurrido, nada más. No queremos hacer daño a nadie, solo olvidar y retomar una nueva vida, así de simple y fácil. A veces, me paro a pensar y no me creo todo lo que ha sucedido hasta ahora. Cada mañana en la que despierto quiero creer que todo ha sido una pesadilla y estoy en mi casa, en mi habitación y solo tengo que preocuparme por no llegar tarde al trabajo, pero pronto me doy cuenta que todo es real y tenemos que seguir huyendo. Durante esos segundos en los que creo eso soy feliz. Que ingenua soy a veces. Muchas veces pienso en el tiempo que estuvimos en la urbanización de Erik. Aquello si que era un sitio seguro y no nos dábamos cuenta. Ahora que estamos 24 horas expuestos al peligro se apreciar lo que era aquel refugio. También pienso mucho en Alicia y los demás. Alicia siempre fue una buena amiga para mi. Nos conocíamos desde niñas y desde entonces nos hicimos inseparables, como uña y carne. Fuimos al mismo cole juntas, quedábamos para estudiar en su casa, cuando crecimos un poquito más y estábamos en la edad del pavo, tonteábamos con chicos, con el tiempo nos echamos novio y salíamos de cena con nuestras parejas... hasta esos chicos rompieron con nosotras casi al mismo tiempo jaja ahora me río, pero por aquel entonces lo pasamos fatal. Y nosotras creíamos que por eso se nos acababa el mundo.. que ironía. Alicia nunca fue una chica de tendencias suicidas, así que todavía no me explico porque hizo lo que hizo. Nunca entenderé porque se quito la vida, si estaba con nosotros, yo cuidaba de ella, no tenía nada por lo que temer. Para mi fue un shock muy grande ver su cuerpo allí dentro de la bañera con esos cortes en la muñeca, pero me impacto más verla convertida en una de esas cosas. Desde entonces, todas las noches sueño con ella, la veo una y otra vez reanimarse en la bañera mientras grita mi nombre. Creo que arrastro un sentimiento de culpa ya que tenía que haberme centrado más en cuidar de ella. Si hubiera hecho esto habría impedido que realizara esa locura y ella seguiría con nosotros. No soy una chica de lágrima fácil, pero me estoy emocionando.

María


12:45 - Nunca he confiado en el nuevo. Creo que oculta algo y que no es de fiar. Actúa de forma extraña, es violento, esta medio loco, fue miembro de esa organización de psicópatas. No me gusta juzgar a la gente sin estar segura del todo, pero este chico tiene todas las papeletas de ser como pienso que es. Yo voto por entregarlo si es que a cambio nos devuelven a Eduardo y a Erik. No soporto ver a sufrir a Belén, ella es como una hermana para mi, solo quiero que su sufrimiento acabe y Erik vuelva a su lado. Por ese Iván no tengo ningún tipo de aprecio, todo lo contrario que por Erik. Si ese tal Vladimir ha dicho que nos dejara en paz supongo que sera así, porque para ellos no es un problema eliminarnos de un plumazo, así que porque iban a negociar con nosotros? A mi nunca se me dio bien utilizar un arma de fuego y lo mismo le pasa a Belén y a Elena, así que solo somos un estorbo si nos enfrentamos a esos pirados, por eso pienso que lo más fácil es acceder a las peticiones de Vladimir y confiar en que haya dicho la verdad. Se que Fede y Ana me apoyan y anoche, mientras todos dormían, lo estuve hablando con ellos. Ellos también creen que lo mejor es entregar a Iván, pero no se como lo vamos a conseguir, porque esa mole de músculo no va a estar por la labor. Fede dice que si se niega, habrá que hacerlo a las malas. No me gustan estas soluciones, pero si con ello se va a conseguir que Eduardo y Erik vuelvan a estar de nuevo con nosotros, apoyo la moción.

Esther


13:02 - Eyy, veo q todos estan escribiendo aqui. yo no se q decir! jeje. Elena :P


16:33 - Solo queda hora y media para que vengan Vladimir y los suyos para hacer el intercambio. Estoy nerviosa por lo que pueda suceder. Si las cosas salen mal, matarán a Erik y a Eduardo y luego harán lo mismo con nosotros. Me es indiferente lo que me pueda ocurrir a mi, yo solo tengo miedo por Erik, mi Erik. Ya nos hemos puesto de acuerdo sobre lo que vamos a hacer. Iván esta conforme. Solo nos queda esperar a que vengan y rezar porque todo salga bien. Tengo fe en que todo saldrá bien, estoy segura de ello. Hasta dentro de unas horas... porque todo va a salir bien.

Belén.


21:35 - Todo a acabado. Se han presentado a la hora que dijeron que lo harían y con ellos traían a Erik y a Eduardo. Lo primero que han hecho nada más llegar ha sido dispersarse por la carretera a la espera de un ataque. A Erik y a Eduardo los han subido al techo de la jaula de los merodeadores y nos han amenazado con tirarlos al interior si hacíamos algo raro. Yo les he suplicado que no lo hagan, que accedíamos a sus peticiones. Hemos salido del autobús Fede, Ana y yo apuntando a Iván que iba delante de nosotros. Cada paso que dábamos podía ver más claramente a Erik. He intentado no estallar a llorar al ver su aspecto, su rostro totalmente ensangrentado. Lo he intentado, pero no lo he conseguido. Cuando hemos andado veinte pasos, nos hemos detenido. Estábamos a unos 40 metros y Fede les ha gritado que los bajasen de la jaula y los acercaran para el intercambio. Vladimir ha dicho que de eso nada, que primero teníamos que entregar a Iván. Iván ha comenzado a gritarnos y a insultarnos, pero Fede lo ha empujado con el cañón del arma y hemos seguido, pero hemos andado cinco pasos y nos hemos detenido de nuevo. Vladimir se ha enfurecido y ha empezado a chillarnos que lo entregáramos ya. Todo su grupo se ha puesto a apuntarnos con las armas. Nosotros nos hemos mirado e Iván ha andado unos metros, se ha parado y ha dicho "Vladimir... ¡Que te jodan!". Esa era nuestra señal. Un coche que había cerca de unos de los hombres de Vladimir ha estallado en llamas y la explosión los ha alcanzado. Varios coches que habían cerca de ellos han explotado también, y es que ese era nuestro plan. Iván y los demás se han pasado toda la mañana colocando coches abandonados repletos de garrafas de gasolina que han traído de la gasolinera con la intención de que María, Esther y Elena, ocultas fuera de la carretera, les disparasen a mitad del intercambio. A pesar de que Fede, Ana y Esther querían realizar el intercambio, hemos decidido hacer esto porque sabemos que nos iban a matar igualmente.
La última explosión a alcanzado a Vladimir de pleno y ha tirado al suelo la jaula de los merodeadores, con Erik y Eduardo encima. Cuando esto ha pasado, hemos corrido hacía ellos y los hemos levantado, pero mientras hacíamos esto, un chorro de fuego ha aparecido de repente y ha alcanzado a Ana... Era un tipo del Skull Korps con un arma que tiraba fuego, "lanzallamas" dice Iván que se llama. Ana ha sido envuelta en llamas... ha muerto allí mismo. No hemos podido hacer nada por ella, joder... Aun oigo sus gritos...

Iván, Fede y yo hemos cogido a Erik y a Eduardo y hemos comenzado a retirarnos mientras los disparos sonaban por todas partes. Iván ha encontrado el cadáver de Vladimir tirado en el suelo y con las ropas quemadas. Le ha pegado un tiro y ha comenzado a huir junto a nosotros. Cuando hemos subido al bus han llegado María, Esther y Elena. Las dos primeras le iban gritando a Elena, le recriminaban que no había disparado. Dentro del bus, Iván se ha puesto al volante y ha acelerado. Una bala a roto la luna trasera, pero yo ni me he dado cuenta porque estaba atendiendo a Erik. Estaba viendo todas sus heridas, su nariz rota, labio y ceja partidos, un ojo amoratado, un profundo corte en la mejilla... pero esto no es nada comparado con su cuerpo, lo tiene todo lleno de hematomas, quemaduras de cigarro por todo el pecho y cuello, dos dedos rotos... Porque a él... Porque... Él no se merece esto... Mi pobre Erik...

No me he percatado de nada más de lo que ha sucedido, pero por lo que me han contado, de la parte trasera del trailer que llevaban esos hijos de puta han salido varias motos y quads y nos han perseguido durante varios kilómetros, disparándonos, pero Fede los ha matado con la metralleta e Iván ha arrollado con el bus a los demás. Me alegro de que estén muertos y espero que hayan agonizado antes de morir.

La pesadilla ya ha acabado y Erik vuelve a estar a mi lado, aunque este destrozado, pero lo importante es que esta vivo. Apenas habla, no puede ni articular palabras. Cuando le hablo, solo me contesta llamándome por mi nombre con un débil hilo de voz... Hemos limpiado los cristales que hay en la parte trasera del bus y allí lo hemos tumbado. No se puede ni mover, esta hecho polvo. Eduardo esta magullado, pero se puede poner en pie, pero Erik... se han cebado con él. Lo han destrozado esos hijos de puta... Esther ha dicho que tardara mucho en recuperarse, pero mientras lo haga, yo estoy tranquila. Lo importante es que esta de vuelta, esta junto a mi de nuevo. No os hacéis ni idea de cuanto lo quiero...


Belén.


martes, 23 de febrero de 2010

+ 23-02-10 + La negociación

Hola a todos. Si no me equivoco, Erik ya os hablado de mi. Soy Iván. Si escribo aqui es porque Belen me ha pedido que lo haga. Esta chica esta muy jodida por la perdida de su chico y ahora mismo no es capaz ni de moverse. Esta por ahi tirada, llorando, asi que escribo por hacerle un favor. La verdad es que todo esto del blog me la suda. Me es indiferente si alguien lee esto o no, o si esto puede servir de algo. Yo creo que no. ¿Quien cojones va a leer esto si el mundo esta muerto? Esa basura podrida campa por el mundo a sus anchas, comiendose a los supervivientes y ¿alguien va a estar leyendo esto? bah! Si hago esto es porque Erik es un tio al que respeto. Lo admiro. Tiene cojones y gracias a el estoy aqui. Asi que hago un esfuerzo y os contare como estan transcurriendo las cosas. Nunca he sido un tio de letras. No nos engañemos, ni de letras ni de numeros. Para mi, todas esas cosas son para tios chupatintas, culos de oficina y demas personajes. Yo escogi otro camino, siempre fui feliz con unas dosis diarias de alcohol, violencia, tias y kilometros con mi harley. Estudiar no fue hecho para mi, asi que os escribo lo mejor que puedo y si tengo faltas, lo siento, pero es vuestro problema.

Esta mañana la hemos pasado buscando un plan seguro para rescatar a Erik y a Edu. El moñon de Fede no para de protestar por todo lo que sugiero. ¿Que acaso quiere rescatarlos pidiendoles por favor que los dejen ir? Hay que sacarlos a la fuerza, a golpe de plomo. Nunca me cayeron bien los soldados y Fede no es una excepcion. Se creen tipos duros solo por llevar ese uniforme de camuflaje. Ni el mas duro de los soldaditos habria durado mas de un minuto en cualquier antro de moteros de los que yo frecuentaba. Que se creeran... bah!

Yo creo que lo mas efectivo seria sorprenderlos a mitad noche y ametrallarlos a todos. Si hacemos esto, los pillaremos con los pantalones bajados y apenas tendran capacidad de reaccion. Seran una muchedumbre desorganizada. Esto lo deberiamos hacer dividiendonos en grupos. Unos realizan fuego de apoyo mientras yo y alguno mas nos acercamos para buscar a Erik y a Edu. No es dificil, asi que no se de que se queja el action-man de Fede. Eso si, quiero que Vladimir no muera durante el asalto. A ese hijo de perra lo quiero capturar con vida para poder matarlo con mis propias manos. Quiero que pague por todo lo que me hizo pasar. Se va a arrepentir de todo lo que ha hecho hasta ahora. Me va a suplicar que le quite la vida, porque cada segundo de su vida va a ser un jodido tormento. Ahora que hablo de ese personaje, me vienen a la mente muchas cosas. Recuerdo los años de "amistad" que teníamos antes de que todo esto ocurriera. Recuerdo el tiempo que pasamos encarcelados en la misma prision. Lo considere un hermano. Me quedo corto con esto, era mas que si fuera alguien de mi misma sangre. Tantas peleas juntos codo a codo, cubriendonos las espaldas en cada batalla... A ese desagradecido le salve el pellejo en mas de una ocasion. Las cosas habrian cambiado si aquella vez en la carcel, estando en el comedor junto a todos los reclusos, "el rata" lo hubiera apuñalado como era su intencion. Se le acerco por la espalda con un hierro afilado y yo me percate de esto. Yo avise a Vladimir a tiempo y este reacciono esquivando el filo del pincho. A los dias, yo y unos cuantos mas fuimos quienes estrangulamos a "el rata" en la lavanderia. Me jugue por Vlad el tirarme unos años mas a la sombra y el asi me lo ha pagado. Con una sucia traicion. El que siempre criticaba la traicion y la condenaba dentro del grupo... maldito hipocrita. Ahora pagara por todo lo que a hecho...

Un momento. Se acercan los del Skull korps... Mierda...



....



En efecto, eran ellos. ¡Hijos de puta! Se han acercado a una distancia de 150 metros. Llevaban con ellos a Erik y a Edu. Todavia estan vivos, pero por lo que hemos podido ver con los prismáticos, no tienen muy buena pinta. Mis temores estaban en lo cierto, les han estado propinando palizas todo este tiempo. Ambos sangraban por la nariz y han permanecido atados y de rodillas. Vladimir estaba en primera linea, delante de todos sus hombres. La rabia me invade cada vez que lo veo... ufff! Hemos permanecido a cubierto mientras Vlad nos ha hablado por megafono. Lo primero que ha dicho es que ni se nos ocurriera abrir fuego o los mataban alli mismo. Una pena, ya que tenía a Vladimir en el punto de mira. Algo nos ha llamado la atencion y es que en la parte delantera del camion, llevaban a un cadaver reanimado, el cual estaba atado. Este se movia intentando soltarse. Segun han dicho mis compañeros, se trata de Juan, el tipejo que se nego a venir con nosotros y se quedo en las instalaciones portuarias. Ahora encaja todo... lo capturaron y el fue el que se chivo de que nos dirigiamos a Reus. No se si alegrarme de como a acabado o compadecerme de el...

Lo que decia, Vladimir a comenzado a hablar por megafono. Ha dicho que quiere hacer un trato... ¡JA! ¡Que risa me produce haber oido esto! ¡Y mas aun me rio cuando ha dicho que si aceptamos, se marcharan! A dicho que esta dispuesto a hacer un cambio, que devolveran sanos y salvos a Erik y a Edu con la condicion de... que me entreguen a mi. Segun dicen, me quieren solo a mi, que si mis compañeros me entregan, ellos se piraran de nuevo a Valencia y aqui no habra pasado nada. Cuando Vladimir a dicho esto, todos me han mirado a mi, en especial, Belen. Les he gritado que una polla va a haber negociacion, pero creo que no deberia haber dicho eso. Al oir esto, unos secuaces de este perro han cogido a Edu y... le han cortado dos dedos con unas tenazas. Desde nuestra posicion hemos podido oir los gritos de Edu. ¡Joder! ¡Edu es un tio legal! ¡Como le hacen esto! Mis compañeros se han quedado horrorizados ante esto. Despues de esto, Vlad ha dicho que tenemos 24 horas para decidir que hacemos. Cumplidas esas horas, volveran para ver si aceptamos o rechazamos el trato. Si no accedemos, han dicho que lanzaran a Erik y a Edu a la jaula que llevan llena de merodeadores y dejaran que los devoren delante de nuestros ojos. Despues de esto, nos mataran. A dicho que no sean tontos y me entreguen, que no merece la pena que Erik y Edu mueran por mi, que yo no soy trigo limpio, que soy como son ellos y que yo traicionare al grupo si no me entregan. A finalizado la conversacion con su habitual tono ironico, diciendo un "Cuidaros" y se han marchado.

Todo lo que ha dicho es una puta patraña. Los conozco suficiente como para saber que todo es mentira. No quieren negociar, solo quieren jugar con nosotros. Para ellos es mas facil y mas comodo matarnos durante el intercambio que realizar un asalto y arriesgarse a perder mas hombres. Vlad es un tipo muy inteligente, ha metido cizaña sobre mi para que me entreguen. Tambien es muy cabezon. Su orgullo no le permitiria dejar a los demas escapar con vida. El problema es que creo que mis compañeros se han tragado todas esas mentira. Creo que creen que la solucion es entregarme... ¡No me jodas! Estan todos muy callados y me miran de reojo... sobretodo Belen.

¿Me van a traicionar? ¿Piensan que entregarme es la solucion? Si lo hacen, nos mataran a todos... a TODOS!


Iván



lunes, 22 de febrero de 2010

+ 22-02-10 + Interceptados

Dios mio... Me lo han quitado... Lo han hecho...

...

No soy Erik. Soy Belén... No estoy acostumbrada a esto. Nunca antes os he escrito, pero ahora necesito hacerlo. Nunca he tenido esperanza de que alguien lea esto, pero hago las cosas como Erik las haría. Además, necesito contarlo, necesito no sentirme sola... Joder, lo hecho tanto de menos...

Ayer, día 21, nos interceptaron esos cabrones. Nuestra huida no ha servido de nada. No los hemos despistado. ¿Como pueden conocer todos nuestros movimientos? Huimos en plena noche, tomamos carreteras secundarias, recorrimos una barbaridad de kilómetros bajo la penumbra y aun así, todo ha sido en vano, nos siguieron. Quizás habría sido mejor habernos enfrentado a ellos como dijeron Iván y Fede, haberlos pillado por sorpresa y así evitar que ocurriera al contrario. Si eso hubiese servido para que Erik siguiera conmigo, habría votado por el enfrentamiento. Pero no, no lo hice. Me negué por que él y los demás no corrieran peligro y me he equivocado.

¿Que quiere esa gente de nosotros? ¿Por qué hacen esto? ¿Que obtienen de nuestro sufrimiento? ¿Acaso no estamos todos en la misma situación? ¡Deberíamos ayudarnos los unos a los otros! ¡No ponernos las cosas más difíciles! Antes no lo creía, pero desde que estamos sumidos en esto, me he dado cuenta que el ser humano es malo por naturaleza. Es egoísta, es mezquino, es dañino, es... es... no tengo palabras para definirlo. Me siento tan llena de ira y tristeza al mismo tiempo que no me salen ni las palabras.

Siento si me he ido por las ramas y no he explicado con detalles lo que ha ocurrido exactamente. Como he dicho anteriormente, nunca he escrito aquí y se me hace un poco difícil expresarme. Todo sucedió ayer. Pasamos toda la madrugada huyendo. Eduardo no paro el bus ni tan solo un segundo. Condució toda la noche. No se cuantos kilómetros recorrimos, pero creo que una barbaridad. Cuando amaneció, Eduardo detuvo el bus. Así lo creímos, pero nos equivocamos. Lo que había sucedido era muy diferente. El combustible se había agotado. Ante esto, la única solución era buscar la gasolinera más próxima, llenar el mayor número de garrafas posible y volver al vehículo. El problema era que, según ponía en nuestro mapa, la estación de servicio más próxima se encontraba a 20 kilómetros de nuestra posición. ¿Como podía el grupo andar 20 kilómetros con un montón de garrafas a cuestas? ¿Y como podían volver con estas llenas? La solución fue utilizar un vehículo que había allí en el arcén. Iván le hizo un puente al coche y lo arrancó al tercer intento. Con un solo coche era imposible que el grupo entero participase en el viaje, así que solo fueron tres voluntarios: Iván, Ana y María. No se porque esta vez Erik no se ofreció voluntario para ir... no lo se. Si lo hubiera hecho, él seguiría aquí conmigo...

Iván, Ana y María llenaron el coche con las garrafas vacías y se marcharon rumbo a la gasolinera. Allí nos quedamos los demás, a la espera de que volvieran lo antes posible con el combustible y así poder reanudar la marcha. En la zona que nos encontrábamos todo parecía tranquilo. Nada presagiaba lo que iba a suceder. Esther me pidió que la acompañara, ya que necesitaba ir a orinar. También se acopló Elena diciendo que ella también necesitaba ir a lo mismo. Yo les dije que las acompañaba y así lo hice. Se lo dije a Erik y me pidió que fuéramos con cuidado. Después de esto, me beso... siempre hacemos eso cuando nos tenemos que separar aunque sea por unos instantes... sabemos que cualquier momento puede ser el último... Se me caen las lágrimas escribiendo esto

...

Bien, salimos del bus con nuestras armas y Thor nos siguió. Una vez fuera de la carretera, andamos por el campo, en busca de un sitio oculto para que Elena y Esther pudieran orinar. No se porque fue, pero caminamos bastante. Quizás Esther y yo íbamos hablando y nos despistamos lo suficiente como para olvidar que alejarnos tanto es peligroso. Llegamos a una gran explanada tras una colina. A 50 metros de nosotras había una especie de caseta. Eso nos hizo recordar el peligro que corríamos. Elena y Esther fueron tras unos arbustos y les pedí que se diesen prisa. No tardaron y salieron rápido. Nos disponíamos a marcharnos, cuando nos dimos cuenta de que Thor se había alejado de nosotras y se encontraba merodeando cerca de la caseta. Lo llamamos, pero el perro no nos hizo ni caso. De repente, el perro desapareció tras la casa. Elena comenzó a decirnos, palabras textuales, "Vamonos, por favor, que le den al perro...", pero yo me negué. Conozco el cariño que le tiene Erik a Thor y nunca nos perdonaría que lo perdiéramos. Comenzamos a andar hacía la casa con las armas preparadas y llegamos a la caseta. Una vez aquí, comenzamos a buscar a Thor. Elena temblaba como un flan. Yo no me sentía nada agusto ahí, pero teníamos que encontrarlo. Pensé que se podía haber metido en la caseta y entré en el interior. Esther y Elena me siguieron. Un olor nauseabundo inundaba el interior. Un olor que ya conocía. En la pared, pinchado con un largo tridente para la paja, había un cadáver. El cadáver estaba clavado a la pared y se movía... aullaba como solo los merodeadores lo hacen. Elena lanzó un grito y pensé que lo hacía por ver al merodeador allí clavado, pero no. En el suelo, junto a nosotras, había otro merodeador. Este no tenía piernas y se arrastraba por el suelo. Tenía a Elena cogida por el tobillo y estaba a punto de morderle. Elena había soltado su arma del susto y yo no podía reaccionar, estaba bloqueada por el miedo. Esther fue rápida y le disparó instantes antes de que le mordiera. Acto seguido, le di un tiro de escopeta al de la pared. Salimos de la casa a toda prisa, pero algo nos asustó todavía aun más. Unos motores sonaban y lo hacían muy cerca de nosotras. Tras un pequeño montículo de tierra, aparecieron dos motos de motocross. En ellas iban dos individuos. Comenzamos a correr, pero nos alcanzaron rápidamente. No tuvimos tiempo ni de encañonarlos, sin bajar de las motos, nos apuntaron con las pistolas. Nos quedamos allí clavadas, casi paralizadas por el miedo. Mientras bajaban de las motos y se quitaban los cascos, yo rezaba porque Erik, Fede y Eduardo hubiesen oído los disparos y aparecieran, pero no fue así. Estos personajes descubrieron sus rostros mientras nos encañonaban. Elena temblaba y lloraba. Esther y yo permanecíamos calladas. Uno de esos dos creo que dijo "Vaya, vaya... que tenemos aquí...". No me cabía duda, esos eran miembros del Skull Korps. De repente, comenzaron a sonar disparos en la lejanía. Algo no marchaba bien en el bus. Algo estaba ocurriendo. Estos dos comenzaron a reírse a carcajadas y yo intente escapar, pero uno de ellos me derribó al suelo de un empujón. Si no recuerdo mal, dijo algo como "No tengas tanta prisa que lo vamos a pasar muy bien". El muy cerdo se estaba bajando los pantalones mientras el otro decía algo de "Como se entere Vladimir de esto nos corta las pelotas. Quiere a la novia de ese intacta...". Se refería a mi. El otro dijo que no tenía porque enterarse y se bajo los pantalones. El otro cogió a Elena por el pelo y la tiro al suelo. Todo paso en décimas de segundo. Cuando el puerco que tenía enfrente mía se iba a tumbar sobre mi, Thor apareció tras unos matorrales y cayó sobre el otro individuo. Aterrizó sobre él, derribandolo y mordiéndole en el cuello. No lo soltaba y no para de gruñir. Este se revolvía en el suelo sin poder soltarse ni respirar. El puerco que tenía delante mía se giró para ver que ocurría y aproveche ese instante para coger mi escopeta y pegarle un tiro. No se porque, pero el tiro se lo dí en sus partes nobles. Cayó al suelo gritando de dolor y Esther lo remató. Le vació el cargador entero. Cuando fuimos a disparar al otro, no hizo falta. Thor lo había matado. No perdimos tiempo y corrimos hacía el vehículo.

Por el camino iba temiendo lo peor. No estaba equivocada. Cuando llegamos al bus, este estaba desierto. No había nadie. Comencé a llamar a Erik a gritos, pero nada, no estaba allí. Mientras lloraba desconsoladamente, apareció Fede. Este estaba tras unos arbustos. Él nos contó lo sucedido. Dijo que de repente aparecieron un jeep y 4 motos, que ellos intentaron buscar cobertura fuera del bus, pero interceptaron a Erik y a Eduardo. Él pudo esconderse mientras le disparaban. Acto seguido, inmovilizaron a Erik y a Eduardo y se los llevaron. Cuando me contó esto, le di una bofetada. Lo hice porque los dejo tirados y huyo a esconderse. Ahora comprendo que no es su culpa, el solo intento salvarse, nada más. Que lo hubieran capturado a él también no habría cambiado las cosas.

Permanecimos escondidos tras unos arbustos a la espera del retorno de Iván, María y Ana. Temíamos que volvieran a aparecer los del Skull Korps con más hombres. Mientras estuvimos ahí escondidos, no paré de llorar. Creo que no he parado de llorar desde que se lo llevaron, ni siquiera lo he hecho escribiendo todo esto. Cuando Iván, María y Ana volvieron y se enteraron de lo ocurrido, no salieron de su asombro. Iván ha tomado la iniciativa del grupo y me ha dicho que vamos a sacar a Erik y a Eduardo de allí. Me lo ha prometido y desde que lo ha hecho, estoy ansiosa por hacerlo. Quiero sacarlo de allí lo antes posible. Solo me ha dicho que tenga paciencia, que tenemos que encontrar el lugar donde han acampado. Cuando lo hagamos, los liberaremos a la fuerza.

Cada minuto que pasa es una tortura para mi. Conozco por lo que estará pasando Erik en estos momentos. Esos pirados no lo habrán matado aún, no todavía. Yo he estado en las garras de esa gente y se de lo que son capaces de hacer. Nunca he contado a nadie lo que paso en esos días, la angustia que sentí, el dolor que me infringieron en cuerpo y alma... Las atrocidades que hicieron morirán conmigo, jamás las contare. Nunca. Por todo esto se que cada minuto que pasa, es tiempo que corre en contra de Erik y Eduardo.

Los vamos a sacar de ahí, lo haremos o moriremos todos. No me importa morir en el intento. Si pierdo a Erik, doy por hecho que estoy muerta. Me quitare la vida. Lo juro...

...

Aguanta, cariño... Te vamos a sacar de ahí. Te lo prometo.


Belén.




sábado, 20 de febrero de 2010

+ 20-02-10 + Tras nuestros pasos

Hace días que nos siguen. Lo están haciendo muy de cerca. Creo que no saben que nos hemos dado cuenta de ello. ¿Que cojones quieren de nosotros? ¿Quienes son? Pensamos que esta gente no lleva buenas intenciones. ¿A santo de que nos iban a seguir entonces? Iván a propuesto que nos anticipemos a la jugada, que seamos nosotros los que los pillemos por sorpresa. Un ataque rápido a mitad noche y nos desharíamos de ellos. Pero, ¿y si estamos equivocados? ¿y si no llevan malas intenciones? Ya no se que pensar... estoy hecho un lío. Fede apoya esta idea y Eduardo y las chicas dicen que intentemos despistarlos y dejarlos atrás. Esto último no es tan fácil. Para dejarlos atrás presupondría tener que conducir de noche y esto no es muy recomendable, ya que es peligroso. Nos podemos internar en un área de infectados sin darnos cuenta y vérnoslas putas para salir de allí, sin olvidar que podemos salirnos de nuestra ruta con mucha facilidad. Parece ser que les llevamos unos 4-5 kilómetros de distancia. Estas últimas veces que hemos acampado o realizado una parada, los hemos podido vislumbrar en la lejanía. Cuando nos detenemos, ellos hacen lo mismo. Tienen oteadores que nos vigilan, pero no tenemos ni idea desde donde.

No me agrada la idea de que nos puedan sorprender a media noche, por eso realizamos guardias nocturnas y dormimos con las armas en la mano. Las guardias se realizan de 3 horas y son dos personas las que permanecen despiertas. Uno en el techo de autobús y otro en el interior de este. En caso de ataque, el observador del techo dará la voz de alarma al observador del interior del vehículo y este avisará a todos los demás. El que realiza la guardia en el techo abrirá fuego en caso que sea necesario, pero nuestro plan inicial no es una confrontación en caso de ser sorprendidos, sino intentar huir lo más rápido posible. Sea como sea, espero que dicha confrontación no de lugar y podamos despistarlos y darles esquinazo.

Cambiando ligeramente de tema, cada día nos encontramos más cerca de nuestro destino. Estamos todavía en Castellón de la plana, pero es cuestión de días que entremos en Cataluña. Si no me equivoco, ahora mismo estamos cerca de Morella. Me como mucho la cabeza pensando que nos encontraremos cuando lleguemos a Reus. No se como reaccionaríamos si llegáramos y dicha ciudad segura hubiese caído. Tantos kilómetros para nada, tanto sufrimiento innecesario, tantos compañeros caídos en el camino por nada... intentamos ser optimistas. Olvidando el detalle de que nos siguen un grupo de desconocidos, algo que nos preocupa a todos, el grupo parece muy animado. Tienen esperanzas de que aquella ciudad sea un lugar seguro donde no tendremos que preocuparnos por nuestras vidas. Estos últimos días, hemos hablado mucho sobre el tema. Intentamos imaginarnos el lugar, como habrán montado el perímetro de seguridad, cuantas personas habrá allí, si la presencia del ejército será constante, quién dirigirá la ciudad... Son muchas preguntas las que nos hemos hecho hasta ahora. Debe de ser una delicia poder volver a retomar la vida tal cual la llevábamos antes. Bueno, retomar dentro de lo que cabe, ya que por muy seguros que estemos, nada sera igual y mucho menos después de haber visto tantas cosas como hemos visto. Pero sí, el no temer por nuestras vidas y poder dormir tranquilo es algo que ahora mismo no tiene precio. No hay día que no piense en la posibilidad de que allí podamos tener nuestra propia casa y en un futuro, quién sabe, Belén y yo podamos formar una familia. Es algo que me da fuerzas para seguir adelante. No soy el único que le ocurre esto. A Belén le sucede lo mismo y no para de hablarme de ello. Eduardo sueña con poder retomar su vida allí. Nunca lo he visto tan animado y con tantas ganas de seguir adelante. Parece que, dentro de lo que cabe, esta superando la perdida de su familia. Comprende que debe de seguir adelante. Ana y Fede nos han comentado que les encantaría seguir como militares en la ciudad. Esther esta contenta ante la posibilidad de poder desempeñar su oficio de enfermera allí. María... ella no ha dicho nada al respecto. Ha cambiado mucho en estos últimos meses, sobretodo después de la perdida del hermano de Esther, Manuel. Desde que lo perdió no ha vuelto a ser la misma. Comenzaban a tener algo serio y ella sentía algo por él. Una pena, pero retomara su vida, estoy seguro. Es algo lógico y natural. A Iván parece que todo esto le importa un comino. A pesar del tiempo que lleva con nosotros, sigue siendo un total desconocido para mi. Sus ojos no expresan sus sentimientos. Es un tipo extraño. Me atrevería a opinar que para él, llegar o no a Reus le es indiferente. Él esta encantado con vivir al límite. Yo creo que Iván habría sido feliz en otra época, en otro siglo donde haya habido una guerra y el tuviese oportunidad de valerse como guerrero. A pesar de esto, esta demostrando que es un tío muy legal. No tengo queja de él. Y Elena... que puedo decir de ella. Para ella, esto es un paseo. No tiene la necesidad de arriesgar la vida para buscar alimentos, ya que somos nosotros quién lo hacemos. Y mejor así, que la última vez que participó en la incursión acabo mal por su culpa. Ella se pasa todo el día en el vehículo, corriendo de allá para acá y restregándose con Iván. Supongo que tanta tontería que tiene encima se debe a que es muy joven y tiene las hormonas revolucionadas. A saber. Supongo que estará feliz pensando en llegar a Reus, al menos por la oportunidad de tener más variedad para su zorreo...

Vamos a realizar una parada de descanso. Luego si puedo os sigo contando más cosas.

- Erik -


19:47 - Quedan pocas horas de sol, así que no vamos a tardar en acampar. Iván y Fede han comenzado una pequeña discusión con Eduardo. Estos primeros han comenzado a decir que los más acertado sería que esta noche hagamos una pequeña incursión en busca de nuestros perseguidores y acercarnos a su campamento sin ser vistos, para así saber quienes son, cuantos son y si van armados. Eduardo ha dicho que es un plan descabellado, que es peligroso de principio a fin. Según ha dicho, es una locura salir de noche y caminar unos kilómetros expuestos a los merodeadores y también lo es el acercarse a dicho campamento, ya que seguro tendrán hombres haciendo guardia y podemos ser descubiertos. La cuestión es que no se han puesto de acuerdo y María, en un intento de poner paz, ha propuesto someterlo a votación y así se ha hecho. Se les ha ido preguntando uno por uno su votación. María, Fede, Ana e Iván han votado por realizar la incursión de reconocimiento, mientras que Eduardo, Esther, Belén y Elena han votado por el NO. Yo he sido el último en dar mi voto. Viendo que mi voto era decisivo, ya que rompería el desempate, me he puesto nervioso. He dudado mucho. Si votaba al SÍ y luego ocurría algo inesperado, no me lo perdonaría jamás. Si votaba al NO, la duda de saber quienes son esos individuos y cuales son sus intenciones me iba a corroer todo el tiempo. Al final he votado por el SÍ. Eduardo, al ver que por mi "culpa" se iba a realizar dicha incursión, me ha echado una mirada de decepción que parecía decir "Pensaba que estabas de mi lado, Erik". Lo siento si lo he defraudado, pero esta es mi elección. Visto que todo estaba decidido, Eduardo ha pedido participar en la incursión. Esto nos ha sorprendido a todos, ya que primero se niega a que esta se lleve a cabo y luego quiere participar. Después de una nueva discusión, en la cual ha alegado que no esta capacitado para cuidar del grupo que se quede en el bus, Ana ha accedido a cambiarle el puesto.

Ahora me queda la dura tarea de convencer a Belén de que puede estar tranquila de que no me va a ocurrir nada. No se como la voy a convencer si ni yo estoy seguro de eso. La incursión la realizaremos bien entrada la noche, cuando consigamos averiguar donde acampan estos individuos.

- Erik -


22:25 - Iván y Fede han conseguido encontrar la posición del campamento. Se encuentra a 5 kilómetros de aquí, al borde de la autopista. No les ha sido muy difícil encontrarlos, solo han tenido que andar 2 kilómetros y han visto el fuego de las hogueras en la lejanía. Es raro que acampen en plena carretera. Deberían saber que los podemos descubrir. Quizás están muy confiados con el factor sorpresa. Si es así, se han equivocado. En pocos minutos vamos a iniciar el intento de aproximación. Lo haremos ocultos en la arboleda que hay en el linde de la autopista. Desde aquí no podrán descubrirnos. Bueno, voy con los demás para ultimar el plan. Desearnos suerte.

- Erik -


23:58 - Mierda, mierda, mierda... Acabamos de volver y lo que allí hemos visto no nos ha gustado ni un puto pelo. Os cuento. María, Fede, Eduardo, Iván y yo nos hemos puesto en marcha al poco de terminar el anterior párrafo. Hemos andado internados en el bosque, como hemos dicho en un principio. No esperábamos encontrar merodeadores por esta zona, pero nos hemos equivocado. A dios gracias solo nos han aparecido dos y los hemos podido divisar por la luz de la luna, la cual esta llena. Si no fuera porque es una noche clara, esos dos despojos nos podían haber dado un buen susto con fatídico desenlace. La verdad es que no se que cojones harían merodeando por aquí. Quizás eran conductores que se infectaron y se quedaron deambulando por la zona o tal vez estos seres vagan y vagan sin rumbo y han llegado aquí por pura casualidad. Sea como fuere, los hemos tenido que eliminar silenciosamente, ya que quitarlos del medio abriendo fuego podría alarmar a nuestros "amigos". Hemos avanzado hasta llegar a la altura del campamento. Desde esa posición no podíamos divisar mucho, así que Fede, Iván y yo hemos decidido acercarnos lo máximo posible. Esto lo hemos tenido que hacer de forma muy sigilosa y arrastrándonos por el suelo, cual militares en un entrenamiento. María y Eduardo se han quedado atrás para cubrirnos la retirada en caso de ser descubiertos. Nos hemos arrastrado entre piedras y hojas hasta que hemos llegado a 15 metros de nuestro objetivo. Mimetizados en la oscuridad, hemos observado detenidamente. El campamento consta de 6 motos, 5 jeep's, dos autobuses y un gran camión con un inmenso remolque, todos ellos situados formando un circulo. Arriba del remolque y de uno de los autobuses, hemos podido ver a dos hombres. Estos empuñaban dos subfusiles y parecían montar guardia. Esto nos ha alarmado y por unos instantes hemos creído que nos habían descubierto. Desde nuestra posición hemos podido escuchar bastante barullo, gente hablar, reír a carcajadas... Todas estas voces provenían del interior del circulo de vehículos, pero no podíamos ver nada, solo el luz de las hogueras por debajo de los jeep's. Fede nos ha hecho un gesto y ha comenzado a reptar hacía la izquierda. Iván le ha seguido y yo he titubeado un poco ante la posibilidad de ser vistos, pero no me ha quedado más remedio que seguirlos. Hemos avanzado varios metros hasta una nueva posición. Desde aquí hemos tenido otro angulo de visibilidad, desde el cual hemos podido ver a los allí presentes.

Lo primero que nos ha llamado la atención ha sido otro vehículo que no veíamos desde la otra posición. Este era una pequeña camioneta con un remolque. El remolque era una jaula y lo que había en esta nos ha dejado sorprendidos. La jaula estaba repleta de merodeadores. No se cuantos merodeadores podría haber allí dentro, pero más de 15 seguro. Estaban todos allí metidos y sin poder moverse. Solo movían la cabeza y algunos mordían los barrotes. Nuestra atención se ha dirigido al lateral del remolque del camión. Este estaba pintado y tenía unas grandes letras que decían "CCCP". Llegado a este punto, he comenzado a entenderlo todo. Ya sabía quienes eran esos individuos. Mis sospechas se han confirmado cuando he dirigido la mirada a las hogueras y he visto entre a los allí presentes a una cara conocida, a un hijo de la gran puta el cual aparece todas las noches en mis pesadillas desde que lo vi por primera vez. Allí estaba Vladimir, con una botella de whisky en la mano mientras hablaba con sus compañeros y reía a carcajadas. Al verlo, la sangre de mis venas ha comenzado a hervir y he sentido unas profundas ganas de pegarle un tiro en la cabeza. No he sido el único. La cara de Iván se ha transformado al verlo y ha comenzado a decir "Es nuestra oportunidad de acribillarlos a balazos, están despistados...". He apoyado la moción, pero Fede se ha negado, alegando que ellos cuentan con la superioridad numérica y que solo podríamos quitar a unos pocos del medio antes de que nos pegaran un balazo a cada uno. Os juro que en esos instantes habría firmado que me mataran allí mismo con tal de haberme llevado a Vladimir por delante. Visto lo visto, nos hemos dado prisa por irnos de allí y volver con los demás.

La noticia de que nuestros perseguidores son el "Skull Korps" ha sido recibida como un jarro de agua fría. Esa escoria nos persigue y es obvio que sus intenciones no son benévolas. ¿Como pueden ser tan jodidamente enfermos de seguirnos tantos kilómetros solo para acabar con nosotros? Iván esta fuera de si, moviéndose de un lado a otro del bus mientras esgrime su subfusil. No para de decir que debemos atacar antes de que ellos ataquen, que ellos no tardaran en hacerlo. Eduardo intenta hacerle comprender que tenemos las de perder, ya que somos menos que ellos y ni la mitad de nuestro grupo esta preparado para una lucha armada. "Esto no es como luchar con merodeadores, estos son personas que piensan y empuñan armas...". Eso es lo que dice Eduardo y tiene algo de razón, pero, ¿que hacemos? ¿esperamos a que ellos ataquen? Ya nos hemos enfrentado a ellos en una ocasión y ahora contamos con el factor sorpresa.

Eduardo acaba de decidir lo que hacemos. Nos piramos ahora mismo de aquí. No estoy de acuerdo con esa decisión... Nos van a seguir hagamos lo que hagamos y terminaran encontrándonos. No descansaran hasta que no acaben con nosotros...

- Erik -






sábado, 13 de febrero de 2010

+ 13-02-10 + Los errantes

Por fin, hoy he podido cargar las baterías de los portátiles. Lo he conseguido en una parada que hemos realizado en un motel de carretera. Después de inspeccionar el lugar y tras varios encontronazos con algunos merodeadores, he podido dejar cargando las baterías durante una hora. Todo el grupo hemos inspeccionado las habitaciones y demás estancias del edificio. Este no era muy grande y tendría unas 20 habitaciones. Después de lo acontecido el mes pasado en nuestra última incursión, hoy hemos sido mucho más prudentes. Hemos tomado precauciones como guardar silencio para escuchar en el interior de las estancias antes de abrir las puertas, andar todo el grupo unido y, como no, haber dejado a Elena en el bus. Yo creo que esto último es la regla más básica para la seguridad.

En el lugar no hemos encontrado nada de comida, ni siquiera una miserable lata. Parece ser que el lugar ha sido saqueado antes, o por lo que he podido deducir, ocupado. En la última habitación del edificio hemos encontrado lo que parecen ser signos de que alguien a estado viviendo allí hasta no hace mucho. Latas de comida vacías, los muebles en posición para hacer una barricada en la puerta, signos de fuego, algo de ropa... Quién quiera que fuese el que se refugio en esa habitación, no hace mucho que ha abandonado el lugar. Quizás permaneció en ese lugar hasta que la comida le escaseo y tuvo que marcharse.

Lo que hemos encontrado en otras habitaciones ha sido más de lo mismo, cosas nada halagüeñas. Si no recuerdo mal la habitación, la número 8, hemos encontrado a un hombre ahorcado. Este colgaba de una cuerda que estaba atada en una viga de madera que había en el techo. Parece ser que llevaba bastante tiempo ahí, así que podéis imaginar el olor a pútrido que allí había. Quizás se suicido al poco de comenzar todo esto. Su cuerpo, en un avanzadisimo estado de descomposición, totalmente cubierto de gusanos y moscas, estaba reanimado. Al entrar a la habitación y vernos, el cadáver se ha puesto a moverse y balancearse violentamente en su cuerda. Cada vez que se movía, del gran agujero que tenía en el abdomen, caían cientos y cientos, o más bien miles, de gusanos. Lo que más me a impactado ha sido al ver que ha abierto la boca y de esta no ha salido solo un gemido apagado, sino una masa parduzca acompañada de una gran cantidad de estos "simpáticos" insectos. He sentido unas tremendas ganas de echar allí mismo mis primeras papillas, pero he podido contenerme, hasta que a la habitación ha entrado Ana, la cual iba tan feliz, ajena a esto, y al ver la escena ha pegado la vomitada padre. Ahí no he podido contenerme y la he soltado yo también. Ya sabéis que esto es contagioso y casi todo el grupo se ha puesto a... os lo podéis imaginar. Iván ha sido quién a acabado con la agonía de ese pobre desdichado... Que horror, meses ahí colgado como un jamón... Debe de ser angustioso hasta para esos seres.

Lo que hemos encontrado tres habitaciones más adelante tampoco ha sido nada que podamos denominar como "bonito". Al abrir la puerta, la cual estaba entreabierta, hemos encontrado otra dantesca escena. Nada más cruzar el umbral de la entrada, hemos visto una pequeña sombra ocultarse tras una pared. Las persianas estaban a mitad y las cortinas echadas, por lo cual apenas había luz en la habitación. Con el arma en alto, Eduardo a mi derecha e Iván a nuestra espalda, he avanzado hasta el interior de la estancia. Cuando hemos llegado al fondo de la habitación, lo que hemos visto me ha puesto los pelos de punta. Es que por más que quiera, hay cosas a las que no consigo acostumbrarme. Allí dentro habían tres merodeadores, pero estos eran niños. Uno apenas llegaba a un metro de estatura. Este estaba de espaldas a nosotros. Luego había otro sentado contra la pared y el otro, una niña en pijama y la cual parecía la más mayor, estaba de pie frente a nosotros. Lo que en antaño debieron ser rostros dulces, como los de cualquier niño, hoy ya no conservaban nada de eso. La niña tenía todo el rostro desgarrado y no tenía labios. Esto le daba un aspecto más grotesco, ya que llevaba los dientes a la vista. Estos estaban completamente ensangrentados. Al vernos, esta a proferido un gemido y se ha intentado abalanzar sobre nosotros, pero la hemos acribillado a balazos. El otro que estaba de pie se ha girado y ha avanzado hacia nosotros. Este tenía todo el cráneo abierto, dejando a la vista una masa de pútrido que antes debió de ser su cerebro. Sin tiempo que perder, hemos abierto fuego y hemos acabado con él, abatiendo ya de paso al otro que ni siquiera se había levantado. Con estos tres podridos fuera de combate, nos hemos percatado de más detalles, y es que sobre la cama yacía el cadáver de una persona adulta. De este ya no quedaba prácticamente nada, solo el esqueleto ensangrentado. Esas tres "criaturas" lo habían devorado por completo. Lo peor de todo es que ese cadáver debía de ser el padre o la madre...

Inspeccionado todo el edificio, hemos vuelto a recepción. Allí hemos descansado un rato mientras hemos hablado sobre que ruta seguir. Eduardo miraba el mapa mientras Fede le señalaba en este varias rutas. Yo estaba junto a Belén, sentado en un asiento, cuando un ruido que provenía del exterior nos ha sobresaltado. Acto seguido, ha sonado un grito. Era de Elena. Hemos salido como unas flechas empuñando las armas. María, que iba delante de todos, ha sido la primera en frenar en seco y apuntar con su arma. En la puerta del autobús había un personaje de espaldas. A primera vista parecía un merodeador, pero sus movimientos no eran como los de estos. Esto me ha dado que pensar y rápidamente he gritado para evitar que dispararan. Al oír el grito, este extraño personaje se ha girado de golpe y nos ha encañonado con una pistola. La primera palabra que ha cruzado mi mente ha sido: "saqueadores". Todo nuestro grupo ha permanecido apuntándole mientras él hacía lo mismo con nosotros. Apuntaba uno a uno a todos los miembros de mi grupo, hasta que al final, ha detenido su arma en mi, diciendo "Intentad algo y me lo llevo por delante". Iván se ha puesto fuera de si y le ha gritado "Hazlo y tú le acompañas". Ha habido unos segundos de tensión. Yo le seguía apuntando mientras él me encañonaba. En ese instante, Belén se a puesto delante mía. Este personaje se ha sorprendido y ha dicho "No soy un asesino y mucho menos quiero haceros daño. Solo busco comida, nada más. He visto el vehículo y me he acercado en busca de cosas útiles. No sabía que estaba vuestra compañera dentro. No busco problemas y creo que vosotros tampoco. Todos intentamos sobrevivir. No quiero matar a nadie y mucho menos a una chica, pero, ¡dios! ¡intentad algo y disparo!". Mientras he apartado a Belén y he dicho "Tranquilo, que no tendrás que matar a una chica...", Esther ha intervenido, pidiendo calma por ambas partes. Ha dicho "Ok, chicos, calma, por favor. Que estemos sufriendo un jodido apocalipsis no quiere decir que tengamos que perder los papeles tan fácilmente. Las cosas se solucionan hablando, así que bajar las armas...". Iván no le ha dejado terminar, exclamando "¡Una mierda! ¡Que la baje él!". Esto a hecho que el desconocido haya dirigido su arma hacía Iván y lo haya encañonado. Por unos instantes he pensado que uno de los dos iba a disparar, pero no ha sido así. Las cosas se han solucionado de la forma menos esperada. Una infantil voz ha dicho "Juanma... ¿son malos?". Todos nos hemos quedado desconcertados y hemos buscado la procedencia de la voz. Tras la parte trasera del autobús, asomaba una niña. En ese momento, el tal Juanma le ha dicho sin bajar el arma "¡No salgas! ¡ Escóndete!". No hacía falta ver más, ese chico no buscaba problemas. He bajado el arma y mis compañeros han hecho lo mismo. Ha bastado un "Amigo, baja el arma, ahora sabemos que no buscas problemas" para que este personaje haya bajado el arma. En su rostro he visto una mueca de alivio que ha intentado disimular.

Tras esos momentos de tensión, han habido disculpas por ambas partes y nos hemos presentado. El chico, de unos 25 años, se llama Juanma. Su acompañante, la niña de unos 10 años, Vicky. Lo hemos invitado a subir al bus, ya que permanecer en campo abierto no es nada seguro. Lo primero que ha hecho la niña nada más entrar al vehículo a sido ponerse a jugar con Thor. Juanma se ha sentado en un asiento y nos ha pedido agua. Le hemos dado una botella de las pocas que nos quedan y ha dado un trago. Después le ha dado de beber a la niña. He sentido mucha pena al ver a una niña tan pequeña condenada a sufrir todo esto. A pesar de todo lo que puede haber visto esa niña, ella sigue feliz en su mundo infantil. Claro ejemplo es que estaba jugando con Thor como si nada le preocupase. Que suerte la suya... Belén y Esther se le han acercado y se han puesto a jugar con la niña. Eduardo, Iván, Fede y yo nos hemos acercado a Juanma y hemos comenzado a hacerle preguntas. Le hemos preguntado que de donde venía. Su respuesta ha sido más que sorprendente: Valencia. Igual que nosotros. Hemos continuado con las preguntas y ha terminando contándonos algunas cosas sobre él:

"Como ya os habréis dado cuenta, Valencia es un jodido caos. Y por lo visto, todo el mundo esta igual. No es por desilusionaros, chicos, pero veo pocas esperanzas de que las cosas vuelvan a ser como lo eran antes..."
En esta parte de la conversación ha agachado la cabeza y ha continuado hablando "...recuerdo como si fuera ayer cuando todo esto estallo. A mi me pillo como a todo el mundo, ajeno a la gravedad de la situación. Yo era militar y me encontraba de permiso. Tenía mi casa en Puzol, mi familia, mis amigos, vamos, todo lo que tenía cualquier otra persona. Todas las mañanas me levantaba para ir a correr por la playa, hasta que el día del estallido, cuando me disponía a hacer mi habitual ejercicio, vi un gran alboroto en la calle. En cuestión de horas, todo se fue a la mierda. Esos putos seres antoprófagos tomaron las calles. De nada sirvió que los militares intentaran evacuar a la población de Puzol. Estos, en lo que creo que fue un plan desesperado sin haber medido el verdadero peligro de la situación, llevaron a los supervivientes a una plaza del pueblo. Yo estaba allí. Entre la gente comenzaron a aparecer infectados. Estos atacaron a la gente allí congregada y el pánico cundió. Lo que no me esperaba es que los militares abrieran fuego sobre nosotros... ¡civiles sanos eran abatidos por los militares! Yo, junto a unos compañeros, pudimos escapar y refugiarnos en un bar. Allí permanecimos una noche hasta que tuvimos que salir. Desde aquel entonces, han sucedido tantas cosas... podría contaros todo, pero no acabaría nunca, así que os resumiré. Conseguimos reunir una pequeña comunidad de gente y nos refugiamos en un parque de bomberos ubicado cerca del puerto de Valencia. Allí todo marchaba bien, teníamos comida, armas y munición, vallas electrificadas que disuadían a los merodeadores... pero no supimos conformarnos. Por una recién llegada, nos enteramos que a varios kilómetros mar adentro había un buque mercante. En seguida comenzamos a pensar que con ese buque podíamos estar completamente a salvo y buscar otras costas más seguras. Pues bien, tres compañeros y yo embarcamos en un pequeño yate que había en el muelle y fuimos en busca de ese buque. No fue fácil y nos llevo varios días, pero conseguimos alcanzar el barco. Nuestra sorpresa fue que este estaba repleto de tripulación. A bordo llevaba una gran cantidad de personas de nacionalidad rusa, todos armados hasta los dientes. Su capitán, muy amable, nos ofreció su barco y me dio su palabra de que sacaría a nuestra gente del parque de bomberos. Todo era muy bonito, hasta que esa escoria nos mostró su verdadera cara. Eran ex-militares rusos que llevaban tiempo en alta mar. Enviaban mensajes por radio en busca de supervivientes, pero su única intención era saquear y encontrar mujeres. No hace falta que os diga para que... Nos torturaron y encerraron en un camarote, mientras dirigían su rumbo hacía Valencia. Ellos pensaban que entrar en el parque de bomberos sería coser y cantar, pero mi gente los recibió como se merecían. Les jodimos bien y conseguimos acabar con ellos, pero pagamos un precio muy alto. Muchos de los nuestros murieron y el lugar quedo destruido e inseguro. Mirar..." Al decir esto, se ha subido la camiseta y ha dejado a la vista varias heridas, las cuales todas eran de bala "...esto es el recuerdo que me dejaron esos bastardos. Como os decía, el lugar quedo inservible y los merodeadores tenían pleno acceso al lugar. Todos los supervivientes, muchos de ellos heridos de gravedad, comenzamos a vagar sin rumbo. Seguimos pasando penurias, hasta que encontramos otro lugar seguro. Pero este ya estaba habitado por una numerosa comunidad de personas. Allí permanecí, hasta que comenzaron los problemas. Miembros de esa comunidad y algunos de mis compañeros comenzaron a acusarme de algo que no es cierto. No tengo ganas de hablar de ello, pero os diré que por esa calumnia consiguieron desterrarme. Esa gente no es trigo limpio. Pobres de mis compañeros... están muy equivocados con esa gente y se van a dar cuenta cuando sea demasiado tarde..."

Eduardo lo ha interrumpido preguntándole sobre la pequeña Vicky. Su respuesta ha sido:

"A la niña la encontré hace unas semanas. La pobre estaba oculta en un edificio. Estaba acurrucada en un rincón y había sobrevivido porque allí habían suficientes alimentos. Tuvo suerte, ya que los merodeadores de esa zona no se había percatado de su presencia. No quiero ni pensar que le habría ocurrido si la hubiesen descubierto. No estaría aquí. Sobre sus padres, no me he atrevido a preguntarle. A veces, en sueños, los nombra. Se despierta llamando a su mamá. Por lo que he podido deducir, perdió a sus padres durante la evacuación y se quedó sola. Es sorprendente que haya sobrevivido tanto tiempo sola..."

Nosotros le hemos contado nuestra historia, la cual ha escuchado atentamente. Se ha sorprendido de que nosotros también resistimos en el puerto. Estábamos muy cerca y no teníamos ni idea. De lo que no se ha sorprendido nada es sobre el tema de los saqueadores. Ha dicho "Ahora, sin ley, esa escoria abunda. Y esos no son los únicos. Mi grupo y yo hemos tenido varios encontronazos con varios grupos de cabrones de esos. Por eso he aprendido a que no debo de fiarme de nadie, al menos al 100%". Tiene mucha razón.
Le hemos comentado lo del lugar seguro de Reus dando por hecho que él y la niña se iban a unir a nosotros, pero su respuesta ha sido que duda mucho que ese sitio siga en pie. Le he dicho si se unían al grupo para intentar llegar allí, pero para mi sorpresa, ha dado una negativa no antes sin agradecer la oferta. Ha dicho:

"...os lo agradezco mucho, de verdad, pero no, no puedo. No descarto en un futuro intentar buscar ese lugar del que me habéis hablado, pero antes tengo algunas cosas que hacer. Debo volver junto a mis antiguos compañeros. Desde que los deje atrás, no me quito de la cabeza que están en peligro. Arrastro un sentimiento de culpabilidad muy grande desde que los rusos me traicionaron y ahora quiero enmendar las cosas. Quiero subsanar los errores que he podido cometer en el pasado. Ahora solo pienso en llegar a la urbanización donde están e intentar hablar con ellos, decirles que la gente que hay allí no son lo que aparentan, que deben salir de allí. Quién sabe, cuando haya conseguido sacarlos de allí, quizás nos dirijamos a Reus, a buscar ese sitio del que me habéis hablado. Aunque con todo esto que ha pasado soy algo pesimista y dudo que ese sitio haya resistido..."

Después de esta conversación, le ofrecimos a él y a la niña algo de alimento, del poco que queda en nuestras provisiones. Por lo visto, apenas habían comido en días. Después de esto, Juanma se ha quedado dormido en el asiento. Tampoco había dormido en días y lo comprendo. Si yo tuviera una niña/o a mi cargo, apenas dormiría pensando en que nos pueden atacar en plena noche. Eduardo me ha dicho varías veces que debíamos continuar la ruta, quedaban pocas horas de sol y debíamos aprovecharlas. Pero ¿que íbamos a hacer con Juanma? ¿Decirle que se fuera? Le he dicho a Eduardo que esperara un rato a que nuestro nuevo amigo se despertara y ya le comentaríamos que iba a hacer. Mientras esperaba que esto ocurriera, he estado observando a Belén. Esta parecía feliz jugando con Vicky. No ha parado de cogerla en brazos, darle besos y jugar con ella. Creo que sería una buena madre. No lo creo, estoy seguro. Pero ¿quién puede ser capaz de traer a un niño a este mundo tal cual estan las cosas? No os voy a negar que me encantaría tener un niño con ella, pero hay muchos contras. El primero es el tema del parto. Antes, las cosas eran muy fáciles. Lo engendrabas, esperabas 9 meses y a un hospital, con todo tipo de personal preparado que asistía a la mujer en el parto reduciendo a una ínfima posibilidad el que le ocurriera algo a la madre y al niño. Ahora... ahora hemos vuelto a la época de las cavernas. Sí, por ahora, nosotros contamos con la ayuda de Esther, que tiene conocimientos médicos, pero es insuficiente. Sería un parto muy difícil y peligroso. Luego vienen otros contras, como lo es alimentar y criar a un niño en este mundo. Sería estar 24 horas encima del niño, velando por él, vigilandolo constantemente. Y cuando creciera y tuviera algo de conocimiento, ¿como le explicamos que el mundo actual esta destruido y nada tiene que ver con el pasado? Por mucho que se lo explicáramos, nunca entendería que en el pasado existió un mundo en el que no había que huir constantemente, que el problema más grande era que te echaran del trabajo o se te estropeara la televisión y no que te devoraran las tripas una horda de muertos andantes. No se... Pero algún día habrá que dar ese paso, y que mejor lugar que en Reus. Si es verdad que ese sitio es seguro, ¿porque no traer allí a la vida a un nuevo ser? No habría que luchar ni huir nunca más...

Tras una hora durmiendo, Juanma ha despertado. Lo ha hecho de forma que para nosotros viene siendo habitual desde el estallido: con una pesadilla. Pero su despertar ha sido bastante brusco, ya que ha despertado gritando. Sus palabras han sido: "¡¡Molano!! ¡¡No es culpa mía!!". Después de esto, la pequeña Vicky a abrazado a Juanma y ha dicho que siempre le pasa. Pero ese nombre... ¿Molano? ¿Quién podía ser Molano? Le he preguntado, pero su respuesta ha sido "Estaba soñando, nada más". Después de esto, Juanma se ha incorporado y dirigido al final del bus. Allí se ha quedado mirando a través de la cristalera. A continuación, ha dicho "Me habéis dicho que estáis solos, ¿verdad?". Le hemos dicho que sí, entonces ha dicho "Yo diría que no. Alguien os sigue...". Nos ha faltado tiempo para llegar donde Juanma y mirar por la cristalera. A la pregunta "¿A que te refieres?" nos ha señalando a un punto del horizonte. En la lejanía se divisaba algo. Tras una colina llegaban unos destellos. Yo he dicho que podía ser cualquier cosa, pero Juanma ha insistido que es alguien. De repente, el brillo ha desaparecido y he podido percibir algo de movimiento. Juanma ha dicho "El brillo era de unos prismáticos. Nos han estado vigilando. Creo que deberíais continuar la marcha y alejaros de aquí. Nosotros haremos lo mismo. Vamos, no hay tiempo que perder". Después de eso, ha cogido sus cosas, le ha dado la mano a la niña y se ha dirigido a la puerta del bus. Lo hemos acompañado y hemos salido fuera. Una vez allí, nos hemos despedido. Le he hecho una carantoña a la niña, la cual me ha sonreído y a él le he dado un fuerte apretón de manos. Mi grupo ha hecho lo mismo con la niña y Juanma. He podido fijarme en Eduardo, el cual le ha hecho un especial caso a la niña. Sus ojos estaban demasiado brillantes... ¿estaba recordando a su hija en esos momentos?
Le he dicho a Juanma que cuide bien de Vicky y tenga mucho cuidado en su viaje. Le he dado algunos consejos para su viaje y él también nos los ha dado a nosotros: "Tened mucho cuidado, y un consejo que os servirá de mucho: no os fiéis de nadie. Absolutamente de nadie. Este mundo esta podrido en todos los sentidos. Manteneros alejados de grupos de supervivientes. Nunca podéis conocer al completo sus verdaderas intenciones... Suerte, amigos. Nos volveremos a ver..."

Después de sus palabras, se ha alejado con la niña de la mano. Mientras hemos subido al bus y Eduardo lo ha puesto en marcha, he observando como la pareja de errantes se alejaban de la carretera y se internaban en el bosque. Después de esto, Belén se ha acercado a mi y me ha dicho "¿Verdad que esa niña es adorable? Que penita me da...". Mi contestación ha sido "Tranquila, ese chico cuidara bien de ella. Sabe lo que se hace". Al terminar esas palabras le he dado un beso.

Hace unas horas que hemos parado el autobús para dormir. La noche es muy cerrada y no se ve nada a más de dos metros del autobús. Hemos estacionado en una vía de servicio, ocultos. No paro de pensar en esos individuos que parecían observarnos...

¿Nos están siguiendo? ¿Quien cojones son?


- Erik -