miércoles, 12 de enero de 2011

+ 12-01-11 + Medidas desesperadas

Es increíble con la rapidez que se ha vuelto a llenar el edificio de esas cosas inmundas. A las escasas horas de nuestro intento fallido de escape, el rellano ha vuelto a estar igual de repleto o más. Lo he podido comprobar con mis propios ojos, ya que no he quitado ojo de la mirilla en estos días. Decenas de merodeadores campando de nuevo a sus anchas, agolpándose por las escaleras, restregándose sanguinolentos por las paredes del rellano... Una locura. Y ahí fuera, la cosa ha cambiado, pero para peor. Es imposible calcular el número de merodeadores que rodean el edificio, agolpándose en la puerta. Una jodida marea de seres que se pierden allá donde la vista no llega. ¿Como puede ser? ¿Qué les hace venir hasta aquí? Son estúpidos y poco inteligentes, pero la falta de inteligencia la compensan fuertemente con un extraño sexto sentido. Es como si deambulasen sin rumbo hasta que se topan con una horda de congéneres que se agolpan sobre algún lugar, y entonces piensan "¡Anda! ¡Aquí hay comida!", sumándose a la multitud. Resulta gracioso, ya que esto debe ser un remanente de sus antiguas vidas. Los seres humanos, antes de que todo esto comenzase, actuábamos de manera muy similar. ¿Quién no ha ido paseando por la calle y, al ver una muchedumbre agolpándose sobre algo, se ha unido a la turba para curiosear? Por eso digo que ese extraño sexto sentido es casi seguro un remanente de sus antiguas vidas. Suena estúpido, pero es la explicación más lógica que encuentro.

Tras nuestra frustrada incursión, los días han pasado lentos y angustiosos. El saber que tenemos tan cerca una horda todavía más numerosa, acechando, muriéndose por darnos caza y roer nuestros huesos, nos ha puesto los nervios a flor de piel. El que más ha sufrido esto ha sido Iván. Se ha pasado todos estos días andando de aquí para allá, murmurando, maldiciendo, asomándose al balcón en busca de una idea que nos sacara de esta improvisada cárcel. Intentar establecer dialogo con él ha sido prácticamente imposible. El mero hecho de ofrecerle su ración diaria de alimento era suficiente para crisparlo. En varias ocasiones casi se enzarza con Eduardo en una fuerte discusión de esas que nunca acaban bien. Todo este tiempo que he pasado junto a él me ha hecho conocerlo hasta tal punto que me resulta algo 'fácil' amainar su ira. Y menos mal que he sabido evitar las discusiones a tiempo, ya que si llega al punto álgido de su rabia, le importa tres pepinos que hayan cuantos quieran merodeadores tras la puerta, que se pone a vociferar y a dar golpes sin miramiento alguno. Antonio se las ha visto y deseado para esquivar a Iván. Desde que tuvo el breve enfrentamiento con él, en el que casi lo golpea, el estar en la misma habitación que él le ha producido un profundo pavor. A la mínima que lo veía por el pasillo o en el salón, se iba a toda prisa a otra estancia. La verdad es que me sabía mal verlo padecer de esa forma, ya que queráis que no y a pesar de todo, no hemos dejado de ser unos simples invitados, pero ahora, me es indiferente. Las cosas han cambiado mucho en apenas unos días.

Hoy ha salido un día esplendido. No sé porque, pero tenía la ligera esperanza de que llovería brindándonos una nueva oportunidad para intentar escapar. No ha sido así. He permanecido parte de la mañana en el balcón, acompañado de Belén. Juntos no hemos parado de darle vueltas al asunto en busca de la esperada solución a nuestro problema. Yo no conservaba esperanzas de que tras días y días de darle vueltas al asunto ahora se me fuese a ocurrir algo por obra divina. Ya habíamos barajado todas las opciones habidas y por haber. Susana, ayudada por Esther, estaban dividiendo las escasas raciones de víveres que quedaban. Quién iba a decir que esa efímera tranquilidad se iba a ver truncada. Días y días velando por que nadie del grupo hiciese el más ligero ruido que pudiese alertar a los merodeadores que permanecían en la escalera para que la niña lo truncase todo. No tengo derecho a culparla, es solo eso, una niña. En todo caso tengo que buscar responsables entre nosotros, que somos los que deberíamos de haber estado más pendientes de ella. Marta, ajena a la realidad, estaba jugando. No sé como, pero por lo visto ha cogido una de la sillas y la ha situado junto al mueble de salón. Se ha subido en esta para intentar coger un pequeño osito que colgaba de una figurilla y ha ocurrido lo peor. La figurilla de porcelana se ha precipitado al suelo, realizando un estrepitoso ruido a la vez que se partía en mil pedazos. Al escuchar esto no he podido evitar saltar de la silla. La sangre se me ha congelado en las venas y he girado la cabeza con la extraña sensación de que todo a mi alrededor transcurría a cámara lenta. Mis sienes retumbaban hasta tal punto que parecían que me iban a estallar. He podido ver a la niña encaramada a la silla devolviendome la mirada con su inocente rostro. Esther y Susana se tapaban la boca evitando así soltar un grito. Eduardo e Iván no han tardado en hacer aparición en el salón. Yo, sin perder tiempo, he entrado a toda prisa y me he quedado quieto, agudizando el oído. El silencio era sepulcral. ¿Era posible que semejante ruido no hubiese sido detectado por los merodeadores?. Iván ha hecho ademán de propinarle un azote a la niña, pero he sujetado su brazo con fuerza, evitándolo. Este me ha devuelto la mirada con la ira reflejada en sus ojos, pero no ha habido tiempo para más. Un fuerte golpe ha resonado en la puerta de la entrada. El corazón se me ha desbocado. Dos nuevos golpes le han seguido, dando paso a una lluvia de fuertes embistes sobre esta. Asustados, hemos corrido hasta llegar al recibidor. Estábamos perdidos. Esa puerta no iba a aguantar mucho tiempo, y aunque lo hiciese, estábamos en una ratonera. Sin comida apenas podíamos resistir mucho tiempo más encerrados. Antonio ha hecho acto de presencia y apenas ha podido articular una palabra. La puerta se tambaleaba por cada embiste recibido al tiempo que los desagradables gemidos de los ansiados merodeadores inundaban la casa. Marta ha proferido un grito y Esther se ha apresurado a taparle la boca, intentando tranquilizarla, inútilmente. Eduardo, Iván y yo nos hemos lanzado sobre los parapetos que obstaculizaban la puerta y hemos ejercido fuerza sobre estos. Aunque era algo inútil, ha sido lo único que se nos ha ocurrido. Belén, acompañada de Susana, se han dirigido a toda prisa en busca de las armas. "¿Alguna idea?" ha preguntado Eduardo nerviosamente. Ninguno hemos sabido contestarle. Si en tantos días no se nos ha ocurrido algo, bajo presión, menos. Los embistes eran cada vez más y más fuertes. Los muebles temblaban cada vez más violentamente. Mientras sujetaba el aparador, he dirigido una furtiva mirada a Iván. Sus descomunales músculos de los brazos se tensaban con fuerza a la vez que su rostro dibujaba una expresión meditabunda. No ha tardado en romper su silencio: "Eduardo, ¿crees que podrás seguir aguantado esto tu solo?". Desconcertado, le ha devuelto la mirada. "Eh... Sí. Pero si me ayuda Antonio sería mucho mejor". Este, plantado inmóvil tras nosotros, ha reaccionado, captando la indirecta. "Sigueme, Erik, ¡vamos!" ha exclamado Iván, soltando los muebles y dejando hueco a Antonio. Yo también he soltado y esto se ha hecho notar, ya que el mobiliario parapetado ha empezado a temblar con fuerza. He seguido a Iván bajo la atenta mirada de las chicas. Este ha buscado desesperadamente el hacha y cuando lo ha encontrado, se ha dirigido a Susana: "¿Cuantos edificios lindan con este?". La joven ha meditado la respuesta y ha contestado "Unos tres... creo". "Perfecto. Erik, coge cualquier herramienta como un martillo, destornillador... ¡Lo que sea!". He buscado desesperadamente hasta encontrar una pequeña maza. No he podido evitar preguntarle que planeaba, a lo que ha contestado "Algo que descarte por ruidoso y lo reservaba como medida desesperada". Tras finalizar la frase, ha abierto de una patada la puerta de nuestra habitación y ha retirado bruscamente una de las camas. Alzando con fuerza el hacha, lo ha dirigido con todas sus fuerzas contra la pared. Un gran trozo de yeso se ha descorchado de esta a la vez que ha repetido la misma acción. Ya entendía cual era su plan. Estaba abriendo una vía de escape a través de la pared. Aunque al principio me ha parecido algo descabellado y lento, he comprendido que era la única opción en ese momento. Como he podido, he comenzado ha propinar mazazos yo también, pero con cuidado de que no me cortase la mano u otra parte de mi cuerpo con el hacha. Apenas hemos tardado en desyesar parte de la pared y dejar los ladrillos al descubierto. Llegar hasta ese punto nos había supuesto un gran esfuerzo; tan solo bastaba con mirarnos. Estábamos empapados de sudor y ni siquiera habíamos empezado. De la frente de Iván manaba sudor a borbotones, como si de una fuente se tratase. Pero a pesar de ello, no cejamos en nuestro empeño. De nuestro éxito dependían las vidas de todo el grupo. Aunque los ladrillos se desquebrajan, era una tarea ardua y costosa, pero daba sus frutos. Un pequeño agujero ya dejaba al descubierto el otro lado de la pared. Eduardo ha dado un grito. Me visto obligado a dejar lo que estaba haciendo y he acudido a toda prisa a la llamada. No ha hecho falta que me dijese nada, he comprobado con mis propios ojos el porque ha gritado. La puerta ya estaba cediendo. Gran parte de esta estaba astillada y las bisagras a punto de saltar. Era cuestión de tiempo que la derribaran.

He vuelto a toda prisa con Iván al tiempo que Esther, Belén y Susana se sumaban a la contención de la puerta; no sin antes reforzar el parapeto con múltiples enseres que realmente poco o nada iban a hacer. Iván ya había abierto un agujero considerable en la pared, pero no lo suficiente ancho para caber uno de nosotros. Esto no se ha dado hasta el momento que he sumado fuerzas con mi mazo y hemos desquebrajado aun más la pared. El agujero ha sido lo suficientemente ancho como para pasar a duras penas. En cuanto lo hemos hecho, Iván con más dificultades que yo, nos hemos encontrado en la casa contigua. Esta olía intensamente a cerrado con un ligero matiz a moho. Una fina película de agua corrompida inundaba el suelo de la casa. Chapoteando, nos hemos dirigido a toda prisa por el salón en busca de una nueva pared que picar. Esta casa pertenecía al mismo edificio, así que era absurdo escapar por la puerta de esta. Habríamos estado en las mismas que antes. Sumergido en la penumbra de la casa y con sumo cuidado de no toparnos con algún viejo morador, hemos localizado la nueva pared a picar. Sin perder tiempo, nuestras herramientas han comenzado a abrir una nueva brecha en la pared. A causa de la humedad, el yeso se ha desprendido rápido y nos ha facilitado el trabajo. Mientras Iván picaba los ladrillos, he vuelto sobre mis pasos y he llamado a Belén. Le he pedido que cogiera todas las armas y demás enseres y los fuese trasladando por el agujero. Así lo ha hecho. Apenas ha terminado de hacerlo, cuando ha cundido la histeria. Un fuerte sonido de derrumbe se ha hecho eco cuando cogía la última mochila. Y es que los merodeadores han terminado deribando la puerta. He podido ver como Eduardo y todos los demás retrocedían hacía el salón totalmente alarmados. Debido al shock, no recuerdo bien que he hecho en ese momento, pero creo que he cogido a Belén de un zarpazo y la he arrastrado a través del agujero. A mi espalda Iván seguía picando la pared, en la cual ya había comenzado a abrir un pequeño agujero, aunque no lo suficientemente grande como para que pasáramos a través de este. Tras Belén, ha pasado Marta ayudada por Esther. En ese justo instante, a través del agujero, he podido ver como hacían aparición los primeros merodeadores arrastrándose sobre los parapetos. Eduardo los ha golpeado con una silla mientras Susana y Esther atravesaban el agujero. Eduardo, a trompicones, ha soltado la silla y huido de la cada vez más numerosa horda. Entre todos le hemos ayudado a pasar. Nos disponíamos a intentar taponar el agujero cuando nos hemos percatado de algo: faltaba Antonio. Este estaba al otro lado de la pared, siendo rodeado por gran cantidad de merodeadores. Lo hemos llamado y este no ha tardado en correr hacía el agujero. Agachándose, ha metido la cabeza y, entre nerviosos murmullos, ha intentado pasar el cuerpo. No sé como, quizá se ha enganchado la ropa o cinturón con algo, pero el caso es que no ha pasado ni más de la mitad del cuerpo. Ha sido horroroso verlo gimotear al tiempo que manoteaba violentamente. Entre todos lo hemos cogido y tirado de él con toda nuestras fuerzas, pero ha sido inútil, estaba bien clavado en algo. Antonio nos ha suplicado una y otra vez que lo sacáramos de allí, pero por más que lo hemos intentado, no hemos podido. Justo en ese momento, Susana nos ha gritado que nos quitásemos del medio. No me preguntéis porque, pero le hemos hecho caso. Tras decir "Padre..." y quedarse callada, ha cogido carrerilla y ha corrido hacía él, chillando "¡Vete al infierno!". Todos nos hemos quedado perplejos al tiempo que le propinaba un fuerte empujón, devolviéndolo por el agujero de nuevo a la casa. Antonio ha rodado por el suelo un par de metros y varios merodeadores que permanecían a su alrededor se han abalanzado sobre él. No podéis ni imaginar lo horrible que ha sido contemplar esa escena. Aun puedo ver a esos merodeadores; como el cadáver de una disecada anciana le mordía el vientre y... le sacaba los intestinos, mientras un mutilado adolescente le devoraba el cuello... y sus gritos desgarradores... no me los quito de la cabeza.
Mientras Eduardo corría un gran mueble y taponaba el agujero, le he gritado a Susana: "¡¿Estas loca?! ¡¿Qué has hecho?! ¡Era tu padre!" y me he preparado para propinarle una bofetada. No lo hecho, ya que sus palabras han frenado mi mano. Entre desesperados sollozos, ha dicho "¡¡Ese hijo de puta cobarde era mi padre y me violaba cada noche!! ¡¡Desde que yo tenía 7 años!! ¡¡Tú no sabes nada de lo que yo he sufrido, no puedes hablar!!". Me he quedado muerto al escuchar esas palabras. El silencio se ha apoderado de la sala, solo roto por los hachazos de Iván y los lloros de Marta. No he sabido que contestar, solo me he quedado quieto, viéndola llorar amargamente. Justo en ese instante, Iván ha gritado "¡Ya esta! ¡Vamonos cagando hostias!". Al girarme he descubierto que había abierto un gran agujero en la pared por el cual él ya estaba pasando. No era momento de seguir con el debate, debíamos marcharnos a toda prisa, ya que los merodeadores ya estaban golpeando el mueble que taponaba el agujero. Sin tiempo que perder, nos hemos dirigido hasta el agujero y comenzado a pasar uno a uno.

Hemos corrido por el nuevo salón que se extendía ante nosotros. La distribución de las paredes nos delataba que se trataba de una casa emplazada en la finca colindante. El sobresalto ha sido generalizado cuando el cadáver que permanecía tendido sobre un sofá, se ha levantado torpemente saliendo a nuestro encuentro. Iván ha sido el encargado de darle pasaporte con el astillado filo del hacha. Una luz de esperanza nos ha iluminado cuando Susana ha dicho "¡El portal de esta finca da a la calle paralela!". Aquello ha sido el empuje que necesitábamos, ya que saliendo por la calle paralela evitábamos ser vistos por la tremenda horda que se agolpaba en la finca en la que hemos estado recluidos. Hemos recorrido el iluminado pasillo hasta llegar a la puerta de la casa. Como era de esperar, estaba cerrada con llave. Pero no se trataba de una puerta robusta, sino todo lo contrario, endeble y frágil. No nos ha supuesto un gran esfuerzo desquebrajarla con el hacha como si fuese una hoja de papel de fumar. Los primeros merodeadores no han tardado en colarse por el agujero de la pared, pero para cuando lo han hecho nosotros ya estábamos bajando por las escaleras de la finca. Armas en mano, hemos llegado sin ningún contratiempo a la planta baja. Todos en fila india hemos cruzado la puerta del patio y salido al exterior. Algún que otro merodeador deambulaba por la calle, pero ni siquiera nos ha hecho falta malgastar una bala, ya que los hemos esquivado con suma facilidad. Discretamente nos hemos alejado del lugar hasta que el cansancio se ha apoderado de nosotros. No se cuantas calles y avenidas habremos atravesado, pero no han sido pocas. En nuestro camino se han cruzado alguna que otra horda considerable, pero no han supuesto un gran problema esquivarlos. Cuando la noche ha comenzado a echarsenos encima, hemos buscado el lugar más adecuado para pasar la noche. El sitio elegido ha sido un banco. La puerta estaba entreabierta, y los cristales blindados nos brindan una reconfortante seguridad. Eso sí, hemos sido precavidos para que ninguna de esas pútridas cosas nos vean entrar, ya que si por una de esas se percatan de cual es nuestro escondite, nos vamos a ver en la misma situación que nos hemos visto en casa de Antonio, con el agravante de que muy difícilmente vamos a agujerear la pared de un banco con un simple hacha. Por lo visto, este banco debió ser saqueado al poco de comenzar todo este 'fregao'. Imaginaros la cara de sorpresa que se nos ha quedado al ver todo el banco alfombrado con cientos y cientos de billetes de 500, 200 y 100 €uros. Por unos instantes he sentido deseos de comenzar a coger todos los billetes que pudiese cargar, pero no he tardado en acordarme que en esta nueva era, eso solo es papel sin valor. Pobres de aquellos incautos que malgastaron su tiempo en saquear el banco en vez de centrarse en huir lo más lejos posible. La visión de la cámara acorazada, en la cual ya estamos preparados para hacer noche, ha sido más sobrecogedora aun. Pilas y pilas de billetes se amontonan por toda la gran cámara. Al menos servirán para darnos algo de calor...

La serie de sucesos de hoy se suman al gran relato de nuestras desesperadas vidas, las cuales llevo tiempo narrando aquí. Sobre el asunto de Susana, que decir. Le he pedido disculpas a la joven y ella solo ha dicho "No me arrepiento de haberlo hecho. Me ha causado mucho daño. Se lo merecía...". En ningún momento me he imaginado que Antonio fuese de ese tipo de personas. Sabía que era un ser apático, cobardón y miedica, pero pederasta y violador, ni por asomo se me ha pasado por la cabeza. En realidad no se de que me asombro, si hoy en día nadie es quien aparenta ser. Aunque ahora que lo pienso detenidamente, habían cosas extrañas en su relación padre-hija. Sobretodo en esa última discusión que protagonizaron. Las palabras de Susana ahora las veo totalmente reveladoras.
Se que es duro decirlo, pero en cierto modo me alegro de lo que le ha ocurrido, pero también me compadezco por Susana, de que haya tenido que ser ella quién ha hecho tan terrible acto.

Nadie derramara una lágrima por alguien que osa abusar de una inocente niña o una adolescente. Nadie.

Ha tenido el final que se merece.


- Erik -


20 comentarios:

Miembro de la resistencia dijo...

Muy buenas a todos!

Estoy vivo por si muchos os lo habéis preguntado! jeje. Y no me he olvidado de vosotros. El tema es que me ha surgido cierto proyecto en el cual estoy trabajando y me he visto obligado en dejar el blog un poco de lado. Pero haciendo un esfuerzo, he podido hacer esta entrada que espero que os guste. Para aquellos que no os acordéis de la entrada anterior y hayáis perdido un poco el hilo, os recomiendo que la releáis para mantener fresco el argumento.

Un saludo y espero vuestros comentarios!

Anónimo dijo...

hoooooommbreeeeeeeeeeeeee¡ mis ojos lloran de alegria al poder leerte de nuevo¡ mis carnes tiemblan de puro terror al poder leerte de nuevo¡ mi mente llega al maximo estadio de placer al poder leerte de nuevo¡ gracias mil gracias y mil gracias mas por acordarte de nosotros tus fieles seguidores, jejeje, bueno fuera bromas me alegro mucho de que hayas podido ponernos algo y espero que no nos tengas tanto tiempo sin saber nanda de ti. capitanpintaroja

Richzendy dijo...

Que bien pasar por acá y conseguir una nueva entrada, pensé que ya no ibas a continuar con la historia.

No se me hizo necesario releer el capitulo anterior, me acordaba a la perfección.

GRACIAS!

seeyouinthenextlife dijo...

Si señor!!!!, menudo final le ha esperado al cabrón del violador y gran idea la de reventar paredes hasta llegar a edificios pegados...a sido un placer volver a leer despues de tanto tiempo.

Anónimo dijo...

Hermano
Hola como estas , solo quiero decirt q tu blog me a tenido al filo de la silla, es increible, lei el primer capitulo y me quede enganchado,y creeme e leido todas las fechas hasta la del 12 de enero del 2011

Hermano por favor sigue con el blog y dale un final increible y digno no nos dejes en ascuas,

te dejo desd mexico, tierra del sol

no me desepciones amigo

seeyouinthenextlife dijo...

Para cuando tendremos la siguiente entrega???.

Ya hay ganas de leerte.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola, Hombre que pedazo de historia, me la he leido en 3 dias, casi sin dormir, que lastima que no la has seguido...
espero que uno de estos dias retomes la historia para seguir leyendote ;).
atte. Mani.

Richzendy dijo...

Yo aún espero la próxima entrada :)

seeyouinthenextlife dijo...

Tio no e que pasa con el blog lero espero q no sea nada raro y q siga esto como siempre. otra cisa q te queria comentares q un grupo de unos amigos necesitan ayuda xa un video de musica que van hacer ek grupo se llama spreading licks y el tema q van hacer es Dawn of the Dead....y necesitan ayuda comi extras de zombies, maquilladores y un etc muy largo. vosotros estariais dispuestos a participar????. el video se va hacer en valencia city...si os animais os pongo en contacto el grupo y en concreto con mi colega Cesar,ok???....gracias crack....

Anónimo dijo...

En tres dias me he leido toda la historia y mola un huevo.para cuando la continuacion?

IRVING dijo...

Te seguimos esperando ya pasaron 8 meses desde la ultima entrada

Crónicas Zombie dijo...

Hola,

soy unos de los administradores del blog de noticias zombie http://cronicaszombie.blogspot.com.es y nos encantaría dedicar una entrada a tu blog, ya que es una estupenda historia. A cambio solo pedimos que anuncies nuestro blog. Cualquier pregunta puedes contactarnos aquí: cronicaszombie1@gmail.com .

Esperamos respuesta, gracias y suerte!!!

Anónimo dijo...

Que gran historia. Me encanta. Veo que haces algun tiempo que no la sigues. Deberias de hacerlo porque esta de p.m. Por cierto que yo tambien tengo un blog de AZ en Que diario: "Todas las cosas muertas" para que se pase quien quiera y diga que le parece.

Un saludo.

seeyouinthenextlife dijo...

Ya tienes muerta esta genial historia????????????....

Richzendy dijo...

Que lástima que esta historia no ha continuado, de verdad que era buenísima, tanto como para recopilarla y colocarla en un libro :D

Espero algún día volver a entrar y conseguir nuevas entradas.

Anónimo dijo...

Jo, que pena, se me ha acabado muy rápido, ni 6 horas. Ahora que me fijo, hace mucho, y cuando mucho es MUCHO que no escribes, y ne da penica, porque la historia es muy buena.

Lo dicho por el anterior anónimo, esperamos nuevos posts...

Richzendy dijo...

3 años esperando la continuación de esta historia! :-D

Jack Daniels. dijo...

Aún, en 2016, se te sigue esperando.

Jack Daniels. dijo...

Aún, en 2016, se te sigue esperando.

Richzendy dijo...

Aún en 2017 se sigue esperando...